PRAGA— La República Checa eximirá de sanciones penales a sus ciudadanos que combatan como voluntarios del lado de Ucrania, anunció el primer ministro Piotr Fiala.
«Hemos acordado con el Sr. Presidente [Milos Zeman] que podemos garantizar la exención de responsabilidad criminal para aquellos ciudadanos checos que vayan a combatir del lado de las fuerzas gubernamentales en Ucrania», declaró Fiala tras reunirse por la noche con el jefe de Estado.
El portavoz de la Presidencia checa, Jiri Ovcacek, dijo el 28 de febrero que unos 300 connacionales habían expresado el deseo de alistarse a la Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania, nueva estructura que Volodímir Zelenski mencionó por primera vez el pasado fin de semana.
De acuerdo con las leyes en vigor, los checos tienen derecho a implicarse en operaciones bélicas del lado de un ejército extranjero con la autorización del presidente y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció el 24 de febrero el lanzamiento de una «operación militar especial» en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al «genocidio» por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es «la desmilitarización y la desnazificación» de Ucrania. El mandatario ruso pidió a uniformados y civiles en Ucrania que no opongan resistencia a esa operación, y advirtió de que Rusia responderá de inmediato a cualquier fuerza externa que le amenace o se ponga en su camino.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.
Del 24 de febrero al 2 de marzo, las hostilidades en Ucrania causaron la muerte de 249 civiles y dejaron heridos a otros 553, principalmente como resultado de bombardeos de artillería y aéreos, según la ONU; más de un millón de ucranianos buscaron refugio en los países vecinos en la primera semana del conflicto.
El 3 de marzo, el Ministerio de Defensa reveló que 498 efectivos rusos perdieron la vida y 1.597 resultaron heridos desde el comienzo de la operación especial; las bajas militares del lado ucraniano, según la misma fuente, ascienden a más de 2.870 muertos y unos 3.700 heridos.
Ucrania rompió las relaciones diplomáticas con Rusia, impuso la ley marcial en todo el territorio nacional, además del toque de queda en Kiev y otras ciudades, decretó la movilización general e instó a la comunidad internacional a activar «todas las sanciones posibles» contra el líder ruso.