Rusia busca salvar vidas en el Donbass y castigar a los responsables de ocho años de genocidio y atrocidades, dijo a la Asamblea General el enviado de Moscú ante la ONU, Vasily Nebenzia, durante una sesión convocada para denunciar la invasión de Ucrania.
“La ocupación de Ucrania no forma parte de nuestros planes. El propósito de esta operación especial es proteger a las personas que han sido objeto de abusos y genocidio por parte del régimen de Kiev durante los últimos ocho años. Por eso es necesario desmilitarizar y desnazificar Ucrania”, dijo Nebenzia.
Como un ejemplo de los “crímenes espantosos” cometidos por el gobierno en Kiev, el enviado ruso citó el asesinato de personas que protestaban contra el golpe de estado respaldado por Estados Unidos en Kiev, cuando 40 personas fueron quemadas vivas en un edificio en Odessa. Moscú busca llevar ante la justicia a cualquiera que haya cometido tales atrocidades, “incluidos los ciudadanos rusos”, dijo Nebenzia.
Rusia se está defendiendo de un “régimen” que “aspira a obtener acceso a armas nucleares”, agregó el enviado de la ONU, señalando la declaración del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky en ese sentido en la Conferencia de Seguridad de Munich el 18 de febrero.
En lugar de violar los principios subyacentes de la ONU, como han acusado los críticos a Rusia, Nebenzia argumentó que la operación militar en realidad está asegurando que se respete el principio clave: evitar otra guerra mundial.
La colocación de activos militares de la OTAN en Ucrania habría obligado a Rusia a tomar medidas que habrían puesto a Moscú y a la alianza “al borde del conflicto”, dijo.
Ucrania y sus patrocinadores occidentales acusaron a Rusia de agresión no provocada y desestimaron las acusaciones de genocidio y atrocidades en las dos regiones separatistas de Donetsk y Lugansk.
“Todos saben que Rusia y solo Rusia comenzaron esta invasión”, dijo el embajador de Kiev ante la ONU, Sergiy Kyslytsya.
La Asamblea General de la ONU se reúne a petición de EE. UU., que la semana pasada presentó una resolución conjunta con Albania para condenar a Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde fue vetada por Moscú