MADRID — El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, afirmó que el nuevo paquete de sanciones acordado por la Unión Europea contra Rusia se encuentran «a la altura» para responder a lo que considera una «invasión unilateral injusta e injustificada» contra Ucrania.
«Creo que las sanciones económicas que vamos a aprobar, como las que se han anunciado por parte de otras instituciones multilaterales, como pueda ser el G7, creo que están a la altura de la circunstancia tan dramática que Rusia está infligiendo a Ucrania con esta invasión», dijo Sánchez en declaraciones a la prensa tras la celebración de un Consejo Europeo extraordinario para tratar la crisis en Ucrania.
En esa reunión, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea acordaron aprobar una nueva batería de sanciones contra Rusia para golpear a sectores estratégicos como el financiero o el energético.
Pedro Sánchez afirmó que se trata de «un paquete de sanciones masivo desde el punto de vista económico como no se ha dado nunca» y afirmó que es «muy coherente y proporcionado a la gravedad de la situación en la que se ha situado Rusia al invadir Ucrania».
Según explicó el mandatario español, otro de los temas que centraron la reunión del Consejo Europeo fueron los preparativos ante la previsión de que los países de la frontera oriental de la UE puedan ser susceptibles de recibir una gran cantidad de refugiados como consecuencia de las hostilidades en Ucrania.
Sobre ese asunto, Sánchez señaló que la Unión Europea debe «mostrar solidaridad» y dar una «respuesta conjunta» para que la acogida de refugiados no sea una carga que recaiga únicamente sobre los hombros de los países del este.
Como ya hiciera durante la jornada del 24 de febrero, Sánchez reiteró su llamado a que Rusia «cese las hostilidades» y proceda a «la retirada de tropas».
Según el análisis de Sánchez, la operación militar lanzada por Moscú es un hecho «grave» que implica «una de las transformaciones sistémicas más importantes del orden internacional».
En esa línea, señaló que la situación «afecta directamente a la seguridad europea», aunque recordó que Ucrania no es un país miembro de la OTAN, por lo que, al menos de momento, los aliados europeos no contemplan la posibilidad de ayudar militarmente a Kiev.