Kremlin: La OTAN tiene problemas para evaluar la situación mientras el bloque duda de la retirada de las tropas de Rusia


Anteriormente, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se negó a calificar la retirada de tropas de Rusia de su frontera sur como una desescalada, alegando que Moscú está moviendo tropas constantemente y que la alianza no ha visto una retirada real de fuerzas.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha señalado los problemas de la OTAN con la capacidad de evaluar situaciones correctamente después de que la alianza afirmara que no había visto evidencia de una retirada de tropas rusas. El Ministerio de Defensa de Rusia informó el 15 de febrero que las unidades militares del sur y del oeste habían comenzado a regresar a sus bases de despliegue permanente luego de los simulacros programados en la frontera sur cerca de Ucrania.

En respuesta a la pregunta de un periodista, Peskov confirmó que la OTAN está evaluando incorrectamente la situación. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, a su vez, ha llamado a la «falta de educación» en la OTAN tras los llamamientos para «verificar» las declaraciones de Moscú sobre la retirada de tropas.

Los comentarios del vocero se producen luego de los comentarios del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien dudó de las declaraciones del Ministerio de Defensa ruso sobre la retirada de tropas de la frontera sur de Rusia.

«Queda por ver si hay una retirada rusa […] Lo que vemos es que han aumentado el número de tropas, y hay más tropas en camino», dijo.

Sus declaraciones fueron repetidas por el secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, quien afirmó que Londres no ha visto «ninguna evidencia de esa retirada» a través de «observaciones físicas». Su colega alemana, Christine Lambrecht, dijo que la OTAN está esperando una «señal» de Rusia en forma de retirada de tropas a largo plazo de la frontera de Ucrania.

Stoltenberg, por su parte, admitió que la alianza no tenía forma de saber exactamente cuántas tropas rusas estaban desplegadas en la frontera con Ucrania, a pesar de que los políticos occidentales publicaban habitualmente cifras aterradoras de 100.000 o 150.000 soldados rusos estacionados y supuestamente listos para invadir Ucrania.
Rusia ha rechazado repetidamente las acusaciones de Occidente de que está preparando una «invasión» de Ucrania. Moscú también defendió su derecho a mover las fuerzas de la nación dentro de su propio territorio como mejor le parezca, incluso para realizar simulacros.

La histeria de la «invasión rusa» también está siendo avivada por los medios de comunicación occidentales. Dos tabloides británicos afirmaron que un ataque ruso comenzaría durante la noche entre el 15 y el 16 de febrero, citando la inteligencia estadounidense. Sin embargo, no se produjo ningún ataque.

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