El acuerdo a 30 años impulsará el suministro de gas en 10.000 millones de metros cúbicos y se liquidará en euros
Gazprom de Rusia y la Corporación Nacional del Petróleo de China (CNPC) firmaron el viernes un segundo contrato a largo plazo para el suministro de 10 mil millones de metros cúbicos (bcm) de gas natural del Lejano Oriente ruso. El acuerdo se produce cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, se encuentra en China en una visita oficial.
Según Gazprom, el acuerdo es “un paso importante para fortalecer aún más la cooperación de beneficio mutuo entre Rusia y China en el sector del gas”. Una vez que el proyecto alcance su capacidad máxima, el volumen de suministro de gas por gasoducto ruso a China a través de la ruta del Lejano Oriente alcanzará los 48 mil millones de metros cúbicos por año (incluidas las entregas a través del gasoducto Power of Siberia).
El depósito de gas natural más grande de Gazprom en el Lejano Oriente es el campo Yuzhno-Kirinskoye, donde la producción comenzará en 2023.
“La firma del segundo contrato para el suministro de gas ruso a China atestigua el más alto nivel de confianza mutua y asociación entre nuestros países y empresas. Nuestros socios chinos de CNPC confirman que Gazprom es un proveedor de gas confiable”, dijo el jefe de Gazprom, Alexey Miller.
Los suministros de energía rusos a China han alcanzado niveles récord, según el asesor del Kremlin, Yury Ushakov.
Gazprom y la CNPC firmaron su primer contrato de suministro de gas a 30 años a través del gasoducto Power of Siberia en 2014. El gasoducto transfronterizo de 3000 km (1864 millas), el primer gasoducto de gas natural entre Rusia y China, comenzó las entregas hace tres años. .
En 2015, las partes acordaron el suministro de gas a través de la ruta occidental, o Power of Siberia 2, que entregará gas desde la península de Yamal en Siberia, donde se encuentran las mayores reservas de gas de Rusia. El nuevo gasoducto podrá transferir anualmente hasta 50 bcm más de gas a través de Mongolia a China.
En enero, Gazprom finalizó un análisis del proyecto de construcción del gasoducto Soyuz Vostok a través de Mongolia hacia China, que permitirá suministrar hasta 50.000 millones de metros cúbicos de gas al año a China.
Los analistas dicen que el «pivote de gas» de Moscú hacia China plantea un desafío para Europa, que ha estado luchando contra el aumento vertiginoso de los precios de la energía en los últimos meses. Rusia sigue siendo el principal proveedor de gas de Europa, pero los cambios que está realizando actualmente en su infraestructura de transporte de energía deben tomarse en serio, señalan los analistas.
Los 541 bcm de consumo anual de gas de Europa son más que los 331 bcm de China, pero se espera que este último aumente a 526 bcm para 2030 a medida que Beijing reduzca su dependencia del carbón. La consultora McKinsey estima que la demanda de gas de China se duplicará para 2035. Se espera que su consumo anual de gas alcance los 620 bcm para 2040 y supere al petróleo como principal fuente de combustible para 2050, según datos publicados en septiembre por el gigante energético chino Sinopec.