El anuncio se produce después de semanas de tensiones entre Moscú y el bloque militar liderado por Estados Unidos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping, respaldaron un llamado conjunto para que la OTAN detenga sus planes de mayor expansión y evite la continuación de la mentalidad de la ‘Guerra Fría’, en medio de una creciente disputa entre Moscú y el bloque militar liderado por Estados Unidos. en Europa del Este.
Luego de una reunión entre los dos líderes mundiales en Beijing el viernes, antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno, el Kremlin publicó el texto de una declaración acordada por ambas partes, en la que se pedía el diálogo en un esfuerzo por reducir las tensiones.
“Las partes se oponen a una mayor expansión de la OTAN y piden a la Alianza del Atlántico Norte que se abstenga de enfoques ideológicos de la época de la Guerra Fría”, se lee, además de instar al bloque a “respetar la soberanía, la seguridad, los intereses de otros países, y la diversidad de sus formas civilizacionales e histórico-culturales; y ocuparse del desarrollo pacífico de otros gobiernos de manera objetiva y justa”.
Los dos países también enfatizaron la necesidad de cooperación entre los gobiernos de todo el mundo, dados los desafíos de la rápida globalización económica, los trastornos políticos y una pandemia que continúa amenazando a millones y pesando sobre la seguridad internacional.
Hicieron un llamado a los líderes mundiales a “fortalecer el diálogo y la confianza mutua, profundizar la cooperación y defender valores humanos universales como la paz, el crecimiento, la igualdad, la justicia, la democracia y la libertad”. Además, la declaración, publicada en el sitio web del Kremlin, llama a “un verdadero multilateralismo bajo el rol central y coordinador de la ONU y su Consejo de Seguridad” y a “lograr la democratización de las relaciones internacionales, para garantizar la paz, la estabilidad y la constante desarrollo en la tierra.”
La reunión entre Putin y Xi, la primera interacción diplomática cara a cara del líder chino desde el comienzo de la pandemia de coronavirus, se produce en medio de una serie de advertencias de los líderes occidentales de que Moscú está a punto de lanzar una invasión de la vecina Ucrania, y han señalado a informes de acumulación de tropas cerca de la frontera compartida, así como ejercicios militares conjuntos a gran escala que tienen lugar en la vecina Bielorrusia.
Moscú ha negado sistemáticamente que tenga intenciones agresivas y ha pedido garantías de seguridad por escrito que limiten la expansión de la OTAN, el bloque militar liderado por Estados Unidos, en Ucrania y Georgia, lo que impide en la práctica que los dos estados sean miembros. Esta semana, documentos filtrados al periódico español El País muestran que Washington había rechazado formalmente cualquier acuerdo de este tipo, pero había propuesto otras medidas destinadas a aumentar la transparencia militar entre las dos partes.
Putin y otros han dicho anteriormente que podrían tomar «medidas técnico-militares» no especificadas si lo consideran necesario para garantizar la seguridad de Rusia.
Antes de las conversaciones de Putin y Xi, el asesor de política exterior del Kremlin, Yury Ushakov, enfatizó que Rusia y China tienen “posiciones similares y coincidentes sobre una gran parte de los problemas internacionales”.
Las dos naciones han enfatizado la importancia de sus relaciones en los últimos meses y, en diciembre, Ushakov dijo que China apoyaba los esfuerzos de Rusia para firmar un acuerdo con la OTAN. Beijing se ha comprometido previamente a trabajar con Moscú para desarrollar sistemas financieros que sean resistentes a las sanciones y minimicen la dependencia del dólar estadounidense.
A pesar de las señales de una mayor cooperación entre Rusia y China, algunos analistas han sugerido que la asociación está menos integrada que bloques como la OTAN, donde los miembros han buscado la integración en asuntos militares y de intercambio de inteligencia.