
Un importante plan de paz, firmado en un esfuerzo por poner fin a la guerra en el este de Ucrania, podría conducir al colapso del país si se implementa, advirtió el jefe de su Consejo Nacional de Seguridad y Defensa a medida que aumentan las tensiones en la frontera compartida con Rusia.
Hablando con Associated Press el lunes, Alexey Danilov insistió en que los funcionarios de Ucrania deben revisar el acuerdo de paz para evitar que los cimientos de la nación de Europa del Este se desmoronen. “El cumplimiento del acuerdo de Minsk significa la destrucción del país”, argumentó.
“Cuando se firmaron bajo el cañón de un arma rusa, y los alemanes y los franceses observaron, ya estaba claro para todas las personas racionales que es imposible implementar esos documentos”.
Según Danilov, las naciones occidentales no deberían presionar a Ucrania para que promulgue los términos actuales establecidos en los acuerdos. “Si insisten en el cumplimiento de los acuerdos de Minsk como están, será muy peligroso para nuestro país”, advirtió
Si la sociedad no acepta esos acuerdos, puede llevar a una situación interna muy difícil y Rusia cuenta con eso”, afirmó el jefe de seguridad.
Sus comentarios se producen en medio de las crecientes tensiones en la frontera ruso-ucraniana en los últimos meses. En diciembre, el secretario de prensa del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que “la probabilidad de hostilidades en Ucrania sigue siendo alta” cuando se le preguntó sobre la probabilidad de una guerra en el este del país.
Los acuerdos de Minsk, firmados en 2014 y 2015 por Ucrania, Rusia y la organización intergubernamental OSCE, se firmaron en un esfuerzo por poner fin a la guerra en Donbass. Además de un alto el fuego, el Protocolo de Minsk y Minsk II también incluyeron un acuerdo para la reforma constitucional en Ucrania, con descentralización y poderes adicionales para las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk. Hasta el momento, este plan aún no se ha implementado.
Ucrania, Francia, Alemania y Rusia se reunieron por primera vez en 2014, en el 70 aniversario del desembarco aliado del Día D en Normandía durante la Segunda Guerra Mundial. El conflicto en el este de Ucrania estalló tras los acontecimientos del Maidan de 2014, cuando el gobierno electo fue derrocado tras violentas protestas callejeras, y las dos repúblicas declararon su autonomía de Kiev.
Ni Rusia, Ucrania ni ningún otro estado miembro de la ONU reconoce la soberanía de las repúblicas separatistas. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, alega que los separatistas están respaldados por Moscú y expresó previamente su preferencia por reunirse con su homólogo ruso, Vladimir Putin.
Sin embargo, Moscú ha insistido en que no es parte del conflicto y ha dicho que la carga recae en Kiev para llegar a un acuerdo con los líderes de las dos regiones en la frontera rusa.