La medida amenazada dañaría en gran medida la imagen de Gran Bretaña como un refugio financiero seguro, advierte un alto funcionario ruso.
Cualquier intento de apoderarse de propiedades de personas rusas que Londres cree que son «oligarcas» dañaría principalmente a la propia Gran Bretaña, dijo el domingo el jefe del comité del Senado de Rusia para la protección de la soberanía nacional, Andrey Klimov.
La medida probablemente dañaría gravemente la imagen del Reino Unido como un lugar seguro para las inversiones, lo que provocaría que no solo los rusos, sino también otros ciudadanos extranjeros adinerados, transfirieran sus activos a otros lugares.
«Técnicamente, la implementación de tales ‘sanciones’ es posible, pero su legalidad estará bajo una gran duda y provocará una salida de capital de Gran Bretaña, por ejemplo, a Hong Kong o Zúrich», afirmó Klimov.
Al mismo tiempo, el funcionario señaló que el Kremlin ha advertido repetidamente a los rusos ricos sobre los riesgos que conlleva mantener sus activos en Occidente en medio de un deterioro constante de las relaciones.
“El presidente de Rusia advirtió a las élites sobre los riesgos de mantener fondos en el extranjero hace unos años”, continuó Klimov. “No es ningún secreto que muchos de ellos habían invertido en ‘Londongrad’. Han confiado ingenuamente en los caballeros anglosajones”, señaló Klimov.
Más temprano el domingo, la secretaria de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, planteó la idea de ampliar el alcance de las sanciones contra Rusia de Gran Bretaña.
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“Actualmente, las sanciones económicas son bastante estrictas, por lo que solo podemos apuntar a empresas con una participación directa en la desestabilización de Ucrania”, dijo Truss en una entrevista con Sky News.
“Lo que estamos buscando hacer es ampliar eso, para que cualquier empresa de interés para el Kremlin y el régimen en Rusia pueda ser un objetivo, para que no haya dónde esconderse para los oligarcas de Putin, para las empresas rusas involucradas en apuntalar el Estado ruso”.
Cuando se le preguntó si los posibles cambios podrían permitir a las autoridades británicas incautar propiedades de ciudadanos rusos, Truss dijo que «nada está descartado».
La conversación sobre sanciones se produce en medio de crecientes tensiones entre Rusia y Occidente, centradas en Ucrania. En los últimos meses, los medios de comunicación occidentales y altos funcionarios han advertido repetidamente sobre una supuesta «invasión» inminente de Ucrania por parte de Moscú.
Moscú ha negado sistemáticamente tener la intención de atacar a Ucrania. Nunca ha surgido ninguna prueba sólida de tales planes, pero los movimientos de las tropas rusas dentro del propio territorio del país se han descrito como preparativos para el presunto ataque.