Unas 200 personas se reunieron frente a la estación de policía de Perth en el estado australiano de Australia Occidental para protestar contra la vacunación obligatoria y exigir que el primer ministro de WA, Mark McGowan, y el gobernador Kim Beazley sean arrestados por introducirla, informaron el lunes medios australianos.
Las nuevas regulaciones de coronavirus del estado entraron en vigor el lunes, prohibiendo que cualquier persona que tenga al menos 16 años y no haya recibido la doble vacuna acceda a la mayoría de los lugares públicos, incluidos hospitales y hogares de ancianos.
Según la emisora 7News, los manifestantes intentaron ingresar a la estación de policía para presentar una petición exigiendo el arresto de McGowan y Beazley. Se les negó la entrada debido a que estaban desenmascarados, pero, según los informes, se aceptaron sus documentos.
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La protesta fue pacífica en su mayor parte, con solo unos pocos participantes gritando a los reporteros.
Las protestas contra las restricciones consideradas demasiado radicales no son raras en Australia. Si bien los manifestantes afirman que las restricciones constituyen una violación de sus libertades, el gobierno insiste en que las regulaciones se deben a problemas de salud.