El British Medical Journal criticó a los fabricantes de vacunas contra el covid-19 por «obtener grandes ganancias» sin un escrutinio independiente adecuado
El British Medical Journal (BMJ) ha instado a los reguladores de salud pública y a las grandes farmacéuticas a publicar de inmediato todos los datos sin procesar de los ensayos de la vacuna Covid-19 para un escrutinio independiente, argumentando que la «transparencia total de los datos» era una cuestión de «interés público».
Calificando a Big Pharma como «la industria menos confiable», un artículo de opinión reciente de los editores de BMJ declaró que era «moralmente indefendible» que esta información permanezca inaccesible para los médicos, investigadores y el público, a pesar del lanzamiento mundial de vacunas y tratamientos.
En el editorial mordaz, los escritores (el editor senior de BMJ Peter Doshi, la ex editora en jefe Fiona Godlee y su sucesor Kamran Abbasi) acusan a las compañías farmacéuticas de “obtener grandes ganancias sin un escrutinio independiente adecuado de sus afirmaciones científicas”.
En particular, el colectivo editorial critica a Pfizer, Moderna y AstraZeneca por no brindar «acceso oportuno» a «datos anónimos de participantes individuales» de sus ensayos clínicos. Estos datos granulares están disponibles para reguladores como la Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU. (FDA), que le dijo a un juez el mes pasado que le diera 75 años para publicar todos los datos relacionados con la vacuna Pfizer-BioNTech.
Pero el BMJ dijo que Pfizer, cuyo ensayo fue «financiado por la compañía y diseñado, ejecutado, analizado y escrito por empleados de Pfizer», ha indicado que no aceptará solicitudes de datos hasta mayo de 2025, dos años completos después de que se finalice el estudio principal. terminado.
Esta falta de acceso a los datos es «consistente entre los fabricantes de vacunas», escriben los editores, y señalan que la industria no está «legalmente obligada» a cumplir con las solicitudes de investigadores independientes.
Además, señalan que los organismos reguladores como Health Canada y la Agencia Europea de Medicamentos ni siquiera “reciben o analizan” datos de ensayos, mientras que la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido no “publica de manera proactiva” dicha información.
“El propósito de los reguladores no es bailar al ritmo de las ricas corporaciones globales y enriquecerlas aún más; es para proteger la salud de sus poblaciones”, concluyeron.