Singapur, uno de los países más vacunados del mundo contra el Covid-19, implementó nuevas restricciones dirigidas a los no vacunados
La República de Singapur ha prohibido oficialmente que los empleados no vacunados trabajen en persona, eliminando una política anterior que les permitía trabajar si daban negativo en las pruebas de Covid-19.
La prohibición se implementó el sábado como parte del plan de ‘Fase 2’ de Singapur para la fuerza laboral y significará que muchos trabajadores no vacunados que no pueden realizar sus tareas desde casa pronto podrían ser despedidos.
A partir del sábado, “solo los empleados que estén completamente vacunados, certificados como médicamente inelegibles o que se hayan recuperado de COVID-19 dentro de los 180 días, pueden regresar al lugar de trabajo”, declaró el Ministerio de Mano de Obra de Singapur. Advirtió que aquellos empleados no vacunados que no entren en ninguna de las categorías exentas “no podrán regresar al lugar de trabajo” incluso si brindan una prueba negativa.
Se ha aconsejado a las empresas que asignen a los empleados no vacunados las tareas que se pueden realizar desde el hogar o que los coloquen en licencia sin goce de sueldo. Sin embargo, si una empresa determina que no hay forma de acomodar a un empleado no vacunado, puede despedirlo sin ninguna ramificación.
“Si la terminación del empleo se debe a la incapacidad de los empleados de estar en el lugar de trabajo para realizar el trabajo contratado, dicha terminación del empleo no se consideraría un despido injustificado”, dijo el gobierno.
Aquellos que solo estén parcialmente vacunados podrán permanecer en el lugar de trabajo hasta el 31 de enero si continúan dando resultados negativos en la prueba de Covid-19. Sin embargo, después de esa fecha, enfrentarán las mismas restricciones que los no vacunados.
Las personas no vacunadas ya tienen prohibida la entrada a restaurantes y muchas tiendas en Singapur. La ciudad-estado es uno de los lugares más vacunados de la Tierra, con una tasa de vacunación del 82,86 %. En diciembre, el gobierno informó que unos 52.000 empleados aún no habían recibido su primera vacuna contra el covid-19, y señaló que solo una “pequeña proporción” de ellos calificaba para exenciones médicas.