Después de ver el lanzamiento de prueba exitoso de un misil hipersónico, Kim Jong-un pidió a los científicos de Corea del Norte que intensifiquen el trabajo para reforzar el “músculo militar estratégico del país”.
El martes, los radares de Corea del Sur y Japón detectaron un cohete despegando desde una plataforma de lanzamiento en Corea del Norte que resultó ser un misil hipersónico de Pyongyang.
El periódico Rodong Sinmun del país presentó fotos del líder Kim Jong-un asistiendo al lanzamiento en su portada al día siguiente. Los expertos occidentales han interpretado esto como un mensaje para el mundo y Estados Unidos en particular, indicando que los líderes de Corea del Norte ven el programa de misiles hipersónicos como una de sus principales prioridades y probablemente ignorarán las quejas occidentales.
El portavoz de Pyongyang, la Agencia Central de Noticias de Corea, dijo que Kim estaba instando a los científicos militares a “acelerar aún más los esfuerzos para desarrollar constantemente el músculo militar estratégico del país tanto en calidad como en cantidad y modernizar aún más el ejército”.
Según los informes, el misil disparado por Corea del Norte el martes realizó primero un «vuelo de salto deslizante» de 600 kilómetros (375 millas) y luego 240 kilómetros de «maniobra de sacacorchos» antes de alcanzar un objetivo en el mar a 1.000 kilómetros de distancia.
El lanzamiento del martes generó fuertes críticas de países como Corea del Sur y Japón, así como de Estados Unidos. La subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, describió la última demostración de fuerza de Pyongyang como peligrosa y desestabilizadora. El funcionario estadounidense también lamentó el hecho de que, si bien Estados Unidos indica que está «abierto al diálogo», Corea del Norte optó por «disparar misiles» en su lugar.
La UE también se unió al coro de condena, calificando el lanzamiento del misil como una “amenaza para la paz y la seguridad internacionales”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, también expresó su preocupación.
Múltiples resoluciones de la ONU han prohibido a Corea del Norte probar misiles balísticos y armas nucleares. Sin embargo, Pyongyang ha estado afirmando constantemente su derecho a hacerlo, incurriendo en sanciones internacionales como resultado.
De hecho, el país lanzó otro cohete de este tipo hace menos de una semana, con el primer misil hipersónico de fabricación norcoreana perforando el cielo en septiembre de 2021.
La última prueba de fuego se produce en un momento en que las conversaciones entre Pyongyang por un lado y Seúl y Washington por el otro prácticamente se han estancado. Corea del Norte dice que, en principio, está preparada para entablar un diálogo, pero solo después de que Estados Unidos y sus aliados abandonen las «políticas hostiles» y levanten las sanciones.