Moscú «decepcionado» por la falta de comprensión de Occidente antes de las próximas conversaciones de seguridad
Rusia no se hace ilusiones y no espera un «rápido progreso» de las conversaciones de seguridad de esta semana con Estados Unidos y la OTAN, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores Sergey Ryabkov, y agregó que el Occidente colectivo no comprende Moscú.
«Tenemos expectativas realistas», dijo a Interfax el domingo, y agregó que sería «ingenuo» creer que las negociaciones conducirían a un progreso visible, por no mencionar «rápido».
«Hay una buena posibilidad de que … nos enfrentemos a la falta de voluntad de Estados Unidos y la OTAN para comprender lo que realmente necesitamos», respondió Ryabkov a otra pregunta de RIA Novosti. También calificó las «señales» provenientes de las capitales occidentales antes de los encuentros «decepcionantes».
Estados Unidos y sus aliados sostienen que es Rusia la que «debería hacer esto o aquello», y tal posición «no podría ser una base para ninguna discusión productiva, por no hablar de un acuerdo», cree el diplomático. Explicó que lo que Moscú busca son «garantías jurídicamente vinculantes de no expansión de la OTAN más hacia el este». La alianza también debería desmantelar «todo lo que ha creado mientras está impulsado por fobias anti-rusas y percepciones delirantes sobre las políticas de Rusia desde 1997», agregó el viceministro.
Si Estados Unidos y la OTAN vuelven a recurrir a la presión y las amenazas en lugar del diálogo, eso solo conduciría las conversaciones a un punto muerto, advirtió Ryabkov.
El diplomático de alto rango dijo que Rusia está decidida a no permitir que el bloque occidental entierre las negociaciones en «discusiones interminables sobre los mismos temas» como fue el caso en el Consejo Rusia-OTAN hasta 2019. También admitió que Moscú no es «absolutamente» optimista sobre el resultado potencial de las conversaciones.
Sus palabras llegan antes de la reunión entre Estados Unidos y Rusia programada para el 10 de enero en Ginebra, Suiza. Será seguida por una sesión del Consejo Rusia-OTAN el 12 de enero, la primera desde 2019. El 13 de enero comenzarán las consultas de seguridad dentro de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Las conversaciones fueron impulsadas por la escalada de tensiones entre Rusia y Occidente en los últimos meses. Las naciones occidentales están preocupadas por los supuestos planes de Moscú de invadir Ucrania, algo que el Kremlin ha negado repetidamente y ha culpado a la «histeria» anti-rusa.
La situación llevó a Moscú a presentar una serie de propuestas de seguridad, que incluían restricciones a la expansión de la OTAN y garantías de seguridad para Rusia. Algunas de estas demandas ya han sido rechazadas por Estados Unidos y sus aliados, ya que tanto la OTAN como Washington han dicho que la alianza nunca prometería no expandirse.