El presidente de Kazajstán, Kassym-Jomart Tokayev, se dirige a la nación por segunda vez desde el comienzo de las protestas a nivel nacional provocadas por el aumento de los precios de la gasolina.
El presidente Tokayev dijo el miércoles que ahora está a cargo del Consejo de Seguridad de Kazajstán, y señaló que permanecerá en la capital del país pase lo que pase y «se quedará con la gente».
El Consejo de Seguridad del país estuvo encabezado anteriormente por el ex presidente Nursultan Nazarbayev.
Al señalar que las violentas protestas habían dado lugar a la muerte de agentes del orden, Tokayev subrayó que las autoridades tienen la intención de actuar de la manera más decisiva posible contra los delincuentes en las protestas.
«Multitudes de elementos bandidos golpean a los militares, se burlan de ellos, los llevan desnudos por la calle, abusan de las mujeres, roban tiendas. La situación amenaza la seguridad de todos los residentes de Almaty», dijo el presidente.
Además, Tokayev se comprometió a implementar un nuevo paquete de propuestas en un futuro próximo a raíz de las manifestaciones.
El presidente kazajo también afirmó que hay un grupo de conspiradores «motivados financieramente» con un plan cuidadosamente planeado detrás de los disturbios en curso en el país.
Su segundo discurso se produce cuando Kazajstán se ve sacudido por las protestas contra el aumento de los precios del gas, con un estado de emergencia declarado en las regiones de Almaty y Mangystau, junto con la ciudad capital Nur-Sultan. Según estimaciones del Ministerio del Interior del país, más de 200 personas han sido detenidas durante las protestas a nivel nacional. Hasta ahora, más de 100 agentes del orden y más de 50 civiles han resultado heridos.
En su primer discurso, Tokayev dijo que «el poder no caerá», advirtiendo enérgicamente que no se convoque a atacar oficinas civiles y militares. También pidió «confianza mutua y diálogo» en lugar de conflictos.
Los disturbios en curso en Kazajstán han llamado la atención de varios miembros de la comunidad mundial, entre ellos el presidente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) Zbigniew Rau, quien pidió la reducción y el inicio de un diálogo.
Rusia también ha comentado sobre la situación en Kazajstán, diciendo que cree que el país se ocupará de sus problemas por sí solo y subrayando la importancia de no interferencia extranjera.