El presidente de Kazajastán,, Kasym-Zhomart Tokáyev, decretó hoy el estado de emergencia en esta capital, teniendo en cuenta que existe una amenaza grave e inmediata para la seguridad de los ciudadanos, señaló un decreto publicado
La medida entró en vigor este miércoles a las 16:00, hora local, y se extenderá hasta las 00:00 del 19 de enero de 2022, con el objetivo de garantizar la seguridad, restablecer el orden, además de proteger los derechos y libertades de los ciudadanos de Nursultan, indicó el texto.
Según el document también se estableció el toque de queda en esta urbe entre las 23:00 y las 07:00, durante los días que se mantenga el estado de emergencia.
Debido a los disturbios en el país desde el pasado 2 enero, antes el mandatario declaró el estado de emergencia y el toque de queda en las regiones de Almaty y Manguistau durante dos semanas.
La decisión prohíbe los eventos masivos, establece el veto de la venta de armas, municiones y bebidas alcohólicas, y autoriza los registros de personas y vehículos.
El jefe de Estado informó que le fueron conferidos todos los poderes para controlar las protestas e implementar estas medidas al Ministerio del Interior, el Regimiento especial de reacción rápida y la Guardia Nacional.
Los disturbios comenzaron el 2 de enero en las ciudades de Zhanaozen y Aktau, de la región de Manguistau (suroeste del país), donde los residentes protestaron contra el aumento de los precios del gas natural licuado.
Dos días después, estallaron protestas en Almaty (este), donde la policía utilizó granadas de humo para dispersar a la multitud, así como en otras ciudades, en particular en Atyrau, Aktobe (oeste), Uralsk (noroeste), Taraz, Shymkent y Kyzylorda (sur), Karagandá (noreste) e incluso la capital.
Este miércoles, Tokáyev aceptó la renuncia del Gobierno e informó que sus miembros continuarán sirviendo hasta la aprobación del nuevo ejecutivo.
El jefe de Estado culpó a la estructura gubernamental por no prever las protestas masivas como consecuencia de la alta subida de los precios del combustible.
Pese a la dimisión del gabinete y a la orden presidencial de regular de inmediato los precios del combustible, las protestas continúan.