El ministro de salud de Alemania dijo que fue el objetivo de un «grupo disidente» de manifestantes «moralistas».
Las autoridades alemanas están investigando después de que la oficina del distrito electoral local del ministro de Salud Karl Lauterbach en Colonia fuera objeto de actos de vandalismo en la víspera de Año Nuevo. Atribuyó el ataque a los negacionistas y anti-vacunas de Covid radicalizados.
Si bien la policía estatal ha pedido que se presenten testigos, Lauterbach le dijo a la agencia de noticias dpa el sábado que sospechaba que las mismas personas habían llevado a cabo ataques anteriores a la oficina y le enviaron correos electrónicos amenazadores.
El 10 de diciembre, según los informes, la oficina había sido manchada con eslóganes como «Ministro de Enfermedad», «Asesino» y «Psycho Lauterbach». Según los informes publicados y las imágenes del segundo ataque, parece que se hizo un agujero del tamaño de un puño en una de las ventanas.
«Estas personas no representan a la sociedad, donde la abrumadora [mayoría] realmente se mantiene unida y trata de hacer todo lo posible contra la pandemia», dijo Lauterbach, miembro de los socialdemócratas de centro izquierda (SPD).
Mientras tanto, la oficina de Marco Wanderwitz, un legislador de los demócratas cristianos de centro derecha (CDU) en el estado oriental de Sajonia, también fue blanco de ataques. Las ventanas de su oficina en la ciudad de Zwönitz resultaron gravemente dañadas, según informes de los medios alemanes.
Wanderwitz le dijo al Redaktionsnetzwerk Deutschland (RND) que los radicales de extrema derecha estaban «envenenando a la sociedad» durante la pandemia de Covid-19 y habían dejado «la democracia en gran peligro».
Según Deutsche Welle, Sajonia y otros estados del este han visto picos en los casos de Covid, pero también se encuentran entre los más bajos del país vacunados. También ha habido protestas acaloradas en Sajonia que se volvieron más tensas después de que el Bundestag aprobara un mandato de vacunas para algunas profesiones en diciembre.
También existe un escepticismo generalizado sobre los datos oficiales de Covid-19 del gobierno, con una nueva encuesta realizada por el periódico Bild que encontró que el 57% de los encuestados no confiaba en las estadísticas.