Los dos líderes mundiales están listos para las discusiones bilaterales previas al Año Nuevo
Las conversaciones del jueves entre el presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo estadounidense Joe Biden serán una oportunidad para que ambas partes dejen de lado sus diferencias y encuentren una manera de resolver las crecientes tensiones, dijo el Kremlin.
Horas antes de la fecha prevista para la llamada telefónica, el secretario de prensa de Putin, Dmitry Peskov, dijo que «las negociaciones se llevan a cabo con un solo objetivo: llegar a un compromiso, teniendo en cuenta las líneas rojas de cada lado».
Según él, ha habido una serie de acontecimientos desde que la pareja habló por última vez a principios de este mes. “Son cuestiones complejas, los temas que tenemos en la agenda”, advirtió. «Después de la última conversación, la parte rusa se fue y formuló su posición».
A principios de diciembre, Moscú publicó dos conjuntos de borradores de acuerdos, uno dirigido a Washington y el otro a la OTAN, en lo que dijo era un esfuerzo por enfriar las tensiones y reducir el riesgo de un conflicto en Europa. Entre las propuestas se encontraba una demanda de garantías escritas de que el bloque militar no se expandiría más cerca de las fronteras de Rusia y que las aspiraciones de membresía de Ucrania no se cumplirían. Además, Moscú pide que la OTAN desista de sus actividades en el territorio de Kiev, así como en otras partes de la región.
El paquete de medidas fue rápidamente desestimado por el secretario general del bloque, Jens Stoltenberg, quien dijo que la OTAN «nunca prometió no expandirse» y argumentó que ninguna tercera nación debería tener un veto sobre a qué países se les concede la membresía. «No podemos cuestionar el derecho de la OTAN a proteger y defender a todos los aliados, ni el principio básico de que cada nación tiene derecho a elegir su propio camino», argumentó el ex primer ministro noruego.
Sin embargo, la semana pasada, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, acordó que las propuestas deberían discutirse con la UE, y Washington se comprometió a realizar consultas con Bruselas antes de responder. El máximo diplomático de Bruselas, Josep Borrell, ha instado a la Casa Blanca a «tener en cuenta las preocupaciones e intereses de todas las partes interesadas» cuando se trata de acuerdos que afecten a los acuerdos de seguridad europeos.
En su conferencia de prensa anual de fin de año, Putin afirmó que la OTAN había «engañado» a Rusia en el pasado, al ignorar las promesas supuestamente hechas al ex primer ministro soviético Mikhail Gorbachev de que el bloque no se expandiría en el espacio dejado por la URSS en colapso. Según él, Occidente ahora debe hacer promesas por escrito «inmediatamente» para evitar una escalada en las relaciones.