Varias naciones europeas han anunciado nuevas restricciones en respuesta al aumento de las infecciones por coronavirus
Los países de Europa están imponiendo restricciones a la vida social durante la temporada navideña en respuesta a un número creciente de casos de Covid-19. Las autoridades temen que los hospitales puedan verse abrumados por pacientes con la variante Omicron.
El primer ministro francés, Jean Castex, anunció el lunes una serie de nuevas medidas destinadas a frenar la propagación del Covid-19. Estos entrarán en vigor el 3 de enero y permanecerán vigentes durante al menos tres semanas.
El tamaño máximo de las reuniones masivas se limitará a 2000 personas en el interior y 5000 al aire libre, con una prohibición total de los conciertos de pie. Se reintroducirá un mandato de máscara en los centros de las ciudades. No se permitirá el consumo de alimentos y bebidas en cines, teatros y recintos deportivos, y durante viajes de larga distancia en transporte público.
Las empresas que pueden permitir que los empleados trabajen de forma remota deberán hacerlo durante al menos tres días a la semana, dijo el gobierno.
Francia no llegó a cerrar de manera preventiva las escuelas, que están programadas para reabrir el próximo lunes, pero evaluará si tal medida podría ser necesaria durante una reunión especial el miércoles. A mediados de enero, el parlamento está listo para votar un proyecto de ley para introducir un pase de vacunación.
Mientras anunciaba las regulaciones, el canciller alemán Olaf Scholz enfatizó que su gobierno y los líderes de los estados federales habían acordado implementarlas después de Navidad porque la experiencia previa había demostrado que «la Navidad y la Pascua no han sido grandes impulsores de infecciones».
La región de Cataluña, en el norte de España, impuso la semana pasada un toque de queda en la vida nocturna, limitó las reuniones sociales a 10 personas y limitó la capacidad de muchos lugares públicos al 50% o al 70%. Las medidas festivas, que permanecerán vigentes hasta al menos el 7 de enero, son más restrictivas que en otras partes del país y provocaron protestas masivas en Barcelona en Nochebuena.
El primer ministro Pedro Sánchez no logró convencer a los líderes regionales de que tuvieran un conjunto unificado de medidas más allá del mandato de usar máscaras al aire libre. En contraste con Cataluña, la región de Madrid se centró en intensificar las pruebas