El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia entregó a la embajada estadounidense en Moscú una nota de protesta por una serie de incidentes en los que dijo que aviones de la OTAN pusieron en peligro la seguridad del espacio aéreo del país y las vidas de civiles.
El bloque militar liderado por Estados Unidos ha pasado de sondear las fronteras rusas con vuelos y «maniobras peligrosas de buques de guerra» a «provocaciones contra aviones civiles», dijo el miércoles la portavoz Maria Zakharova.
Moscú pidió un «diálogo sustantivo» sobre garantías de seguridad y formas de reducir las tensiones militares y políticas, pero advirtió a Estados Unidos que se reserva el derecho de responder con «todos los medios a nuestra disposición … para prevenir y eliminar las amenazas emergentes».
Los vuelos militares de Estados Unidos y la OTAN se llevan a cabo sin comunicaciones por radio, planes de vuelo o autorizaciones de control de tráfico aéreo y «plantean serios riesgos para la seguridad de las aeronaves civiles», dijo el ministerio.
La nota entregada a los estadounidenses el miércoles enumeró al menos cinco incidentes, incluidos tres apenas la semana pasada. El 3 de diciembre, un avión de reconocimiento estadounidense CL-600 atravesó la ruta de aeronaves civiles establecida sobre el Mar Negro mientras descendía rápidamente. El control de tráfico aéreo ruso advirtió el vuelo operado por Aeroflot, la aerolínea más grande del país, que luego cambió su ruta y evitó una colisión potencialmente fatal, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Un avión de pasajeros maltés que se dirigía de Sochi a Skopje por el mismo corredor también tuvo que cambiar de rumbo. Más tarde ese día, se enviaron aviones rusos para interceptar un avión espía estratégico RC-135 sobre el Mar Negro.
“Vemos situaciones tan peligrosas todo el tiempo”, dijo Zakharova.
Un avión civil que volaba de Anapa a Moscú el 6 de octubre tuvo que cambiar de rumbo sobre el Mar Negro para evitar la colisión con un dron Reaper de la OTAN, agregó.
La declaración se produce cuando las tensiones entre Moscú y Washington no muestran signos de amainar. Sin embargo, el martes, el presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo estadounidense, Joe Biden, hablaron directamente a través de un enlace de video durante casi dos horas. Aunque no se lograron avances, ambas partes confirmaron que la discusión era importante para tratar de resolver los problemas más urgentes.
Uno de ellos involucró preocupaciones occidentales de que Rusia supuestamente planeaba una agresión militar abierta contra Ucrania, algo que el Kremlin ha negado con vehemencia, mientras califica tales informes como noticias falsas.