La amenaza de robots asesinos persiste ya que Estados Unidos no está dispuesto a discutir la prohibición de los sistemas de armas autónomas letales


Desde 2017, la ONU ha estado organizando conversaciones diplomáticas en Ginebra para lograr un acuerdo internacional sobre cómo resolver el problema del uso de “robots asesinos”.

Estados Unidos ha rechazado los pedidos de un acuerdo destinado a regular o prohibir el uso de sistemas de armas autónomos letales, también conocidos como «robots asesinos».

“En nuestra opinión, la mejor manera de avanzar [….] Sería a través del desarrollo de un código de conducta no vinculante [en la ONU]”, dijo The Guardian citando a Josh Dorosin, funcionario del Departamento de Estado de EE. UU. Durante un Reunión de Ginebra el viernes.

A la reunión del viernes asistieron expertos gubernamentales de todo el mundo para prepararse para las conversaciones de alto nivel en una conferencia de revisión de la Convención sobre ciertas armas convencionales programada para el 13 y 17 de diciembre.

Según los informes, el funcionario estadounidense agregó que el código de conducta propuesto “ayudaría a los estados a promover un comportamiento responsable y el cumplimiento del derecho internacional”.

Los comentarios se produjeron después de que Clare Conboy, de la Campaña para detener a los robots asesinos, se refiriera a las próximas conversaciones de la ONU, argumentando que “los estados tienen una oportunidad histórica para garantizar un control humano significativo sobre el uso de la fuerza y ​​prevenir un mundo en el que las máquinas tomen decisiones de vida o muerte ”.

Bonnie Docherty, investigadora senior de armas de Human Rights Watch, a su vez, insistió en un comunicado que “un proceso independiente para negociar una nueva ley sobre robots asesinos sería más efectivo e inclusivo que las conversaciones diplomáticas actuales”.

Anteriormente, al menos 30 países pidieron una prohibición global total de los robots asesinos, que generalmente se consideran distintos de los drones y son capaces de destruir objetivos sin intervención humana.

En un desarrollo separado, 160 organizaciones y 2460 personas, incluido el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, firmaron un compromiso de la organización sin fines de lucro Future of Life Institute, prometiendo no participar en el desarrollo de armas autónomas letales.

“Miles de investigadores de IA coinciden en que al eliminar el riesgo, la atribuibilidad y la dificultad de quitar vidas humanas, las armas autónomas letales podrían convertirse en poderosos instrumentos de violencia y opresión, especialmente cuando se vinculan a sistemas de vigilancia y datos”, señala el documento.

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