El receptor abierto de los Tampa Bay Buccaneers, Antonio Brown, fue suspendido sin paga por tres juegos luego de un escándalo en el que fue acusado de usar una tarjeta falsa para demostrar que había sido vacunado contra Covid-19.
La Liga Nacional de Fútbol americano anunció el castigo el jueves, diciendo que Brown y otros dos jugadores no serán elegibles para jugar durante las próximas tres semanas. La liga y el sindicato de jugadores de la NFLPA emitieron una declaración conjunta, diciendo que los tres jugadores, Brown, el profundo de los Buccaneers Mike Edwards y el receptor agente libre John Franklin III, habían aceptado sus suspensiones y no presentarían apelaciones.
Una revisión de la NFL-NFLPA de las acusaciones contra Brown, Edwards y Franklin encontró que los jugadores violaron los protocolos de seguridad de Covid-19 al tergiversar su estado de vacunación. Esas reglas imponen restricciones más estrictas a los jugadores que no están vacunados, incluido el uso de máscaras, requisitos de distanciamiento social y un período de cuarentena más prolongado si dan positivo por el virus.
“Los protocolos se desarrollaron en conjunto con nuestros respectivos expertos para garantizar que estemos practicando y jugando al fútbol de la manera más segura posible durante la pandemia en curso”, dijeron la liga y el sindicato. “La NFL-NFLPA refuerza conjuntamente su compromiso y enfatiza aún más la importancia de un estricto cumplimiento de los protocolos para proteger el bienestar de todos los asociados con la NFL”.
El presunto uso de Brown de una tarjeta de vacuna falsa salió a la luz el mes pasado, cuando su chef personal le dijo al periódico Tampa Bay Times que el receptor estrella le ofreció $ 500 para obtener el documento falso. El chef, Steven Ruiz, dijo que Brown más tarde le mostró tarjetas de vacunas falsas que él mismo había adquirido. Ruiz agregó que fue testigo de cómo un entrenador personal tomaba una foto de la tarjeta falsa de Brown para entregarla a los Buccaneers como prueba de vacunación.
A diferencia de un caso el mes pasado que involucró al mariscal de campo de los Green Bay Packers, Aaron Rodgers, la NFL aparentemente no encontró fallas por parte del equipo. La liga multó a los Packers con $ 300,000 por no hacer cumplir adecuadamente las reglas de Covid-19 después de que Rodgers fue a una fiesta de Halloween que estaba prohibida para los jugadores. Cuando surgieron las acusaciones contra Brown, los Buccaneers emitieron un comunicado diciendo que el equipo dijo que había revisado todas las tarjetas de vacunación proporcionadas por los empleados del equipo y no encontró «irregularidades».
Brown quería evitar que lo pincharan porque le preocupaba cómo la vacuna afectaría su cuerpo, según Ruiz. El receptor dio positivo por el virus en septiembre, lo que provocó que se perdiera un juego. Su abogado, Sean Burstyn, dijo el mes pasado que Brown estaba vacunado.
Brown ocupa el tercer lugar entre todos los jugadores activos de la NFL en yardas por recepción de por vida. Ha sido seleccionado para jugar en siete Pro Bowls y apareció en dos Super Bowls, ganando un anillo de campeonato cuando Tampa Bay venció a los Kansas City Chiefs en febrero pasado. Se había perdido aproximadamente la mitad de la temporada pasada por múltiples violaciones de la política de conducta de la NFL.