Kiev está dificultando cada vez más la perspectiva de un acuerdo de paz en el este de Ucrania, advirtió Moscú, mientras Washington insta al país de Europa del Este a implementar un acuerdo previamente acordado para poner fin al conflicto.
Al dirigirse a los senadores durante una sesión de «hora de gobierno» el miércoles, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, criticó a la nación vecina como «una causa perdida».
Según él, las autoridades de Kiev se están “volviendo cada vez más insolentes … con su agresividad hacia los acuerdos de Minsk, hacia Rusia, y en sus intentos de provocar a Occidente para que apoye sus aspiraciones militantes.
Hablando ese mismo día durante una entrevista en Letonia, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que su país sigue siendo optimista de que las tensiones actuales en Ucrania podrían resolverse implementando el acuerdo que se firmó en 2014 después de una cumbre en la capital bielorrusa.
“Los rusos dicen que creen que el acuerdo de Minsk debería implementarse. Los ucranianos dicen lo mismo. Bueno, creo que si eso sucediera, al menos se resolvería el problema en Donbas en el este de Ucrania ”, afirmó el enviado de Washington.
Argumentó que la Casa Blanca verá si Moscú se toma «en serio» el establecimiento de la paz en la región, y advirtió al Kremlin que «tiene que haber un entendimiento muy claro de que si hay más agresión en Ucrania, habrá consecuencias».
Sin embargo, el Kremlin insiste en que no es parte en el conflicto y ha instado a Kiev a negociar con los líderes de las dos repúblicas autoproclamadas separatistas de Lugansk y Donetsk. Sin embargo, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, se ha negado a mantener conversaciones, insistiendo en que los separatistas están respaldados por Rusia y pidiendo negociaciones con su homólogo ruso Vladimir Putin.
Los comentarios de Lavrov se producen en medio de una creciente preocupación por la situación en la frontera entre Rusia y Ucrania. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, alegó que Kiev estaba reforzando significativamente su fuerza militar en la región al «llevar equipo pesado y personal» hacia la parte oriental del país.
“Según algunos informes, el número de efectivos … en la zona de conflicto ya llega a 125.000 personas, y esto, si alguien no lo sabe, es la mitad de toda la composición de las Fuerzas Armadas de Ucrania”, dijo el miércoles.
El Protocolo de Minsk es un acuerdo de alto el fuego, firmado en 2014, que buscaba poner fin a la guerra en Donbass. El conflicto en el este del país estalló tras los acontecimientos del Maidan de 2014, y las dos regiones situadas en la frontera rusa declararon su autonomía de Kiev. Ni Moscú ni Kiev, ni ningún estado de la ONU, los reconoce como naciones soberanas.