Ucrania es solo otro nombre en la larga lista de lugares devastados por el intervencionismo de Occidente en el extranjero, afirmó el jefe del Consejo de Seguridad de Rusia, advirtiendo que la interferencia ha ayudado a destruir la economía del país.
En una entrevista con Argumenty i Fakty el martes, Nikolay Patrushev criticó a potencias como Estados Unidos y la UE, argumentando que los jefes de estos estados destruyeron la patria de las personas desesperadas que han intentado cruzar a la UE a través de Bielorrusia en los últimos días. Según él, la intervención extranjera tiene un historial desastroso en el caso de Libia, Afganistán, Siria e Irak.
Patrushev dijo que la migración incontrolada continuará a menos que se eliminen las causas fundamentales. Esto significa, insistió, «Occidente debería abandonar su política de interferir en los asuntos internos de otros países, [y] de imponer sus creencias con el uso de la fuerza militar bruta».
Según el alto funcionario de Moscú, este enfoque también ha arruinado uno de los países más poblados de Europa del Este. «Habiendo creado su protectorado en Ucrania, Occidente ha destruido la economía de este país, ha llevado a la sociedad a la privación de derechos y a ciertos grupos demográficos a la pobreza».
«En cualquier momento, Ucrania podría estallar y millones de sus ciudadanos huirán para buscar refugio en otro lugar», dijo Patrushev.
Los comentarios del alto funcionario se producen mientras el continente se enfrenta a una afluencia de miles de migrantes de países del Medio Oriente devastados por la guerra que intentan llegar a los estados de la UE a través de Bielorrusia. Bruselas acusa a Minsk de realizar vuelos desde países en problemas como Irak y Siria y de obligar a los migrantes a asaltar las vallas fronterizas, mientras que la vecina Polonia ha desplegado gases lacrimógenos y cañones de agua para contener a las multitudes.
Los funcionarios ucranianos han enfatizado la importancia de fortalecer las fronteras del país en caso de que algún migrante intente pasar también a ese país. La semana pasada, el ministro de asuntos internos de Ucrania, Denis Monastirsky, dijo que la nación necesita millones de dólares para reforzar sus fronteras con las vecinas Rusia y Bielorrusia.
El centro de atención también ha recaído sobre Kiev en medio de la crisis. A principios de noviembre, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó que las acciones de Minsk son una distracción para desviar «las actividades de Rusia en la frontera con Ucrania».
Un puñado de medios occidentales han publicado acusaciones de que Moscú está planeando una invasión de Ucrania, así como rumores de que las tropas rusas se están concentrando en la frontera compartida, lo que el Kremlin ha negado repetidamente.