Los talibanes planean discutir el reconocimiento estadounidense de su gobierno interino, el descongelamiento de activos y la reconstrucción de Afganistán en las próximas conversaciones con Estados Unidos en la capital de Qatar, Doha, reveló el portavoz del grupo.
En una entrevista con la agencia de noticias Sputnik el miércoles, Suhail Shaheen dijo que el grupo militante está abierto a tener relaciones positivas con Estados Unidos en el futuro.
Washington, sugirió, también podría desempeñar un papel en la reconstrucción de Afganistán devastado por la guerra, así como realizar inversiones directas en el país, además de descongelar las reservas del banco central y reconocer al gobierno talibán. Shaheen agregó que “esos son los temas que se discutirán” en Doha.
Las sanciones impuestas a los talibanes por Estados Unidos y otros solo están exacerbando la situación humanitaria «y tienen un efecto negativo en la gente», dijo Shaheen.
«Debemos pasar de hablar a pasos prácticos», insistió el portavoz de los talibanes.
Los comentarios de Shaheen siguieron al anuncio del martes de Washington de que el Representante Especial de Estados Unidos para Afganistán, Tom West, se dirigirá a Doha, donde los talibanes tienen una misión, la próxima semana para conversar con los líderes del grupo. Se espera que las negociaciones en la capital de Qatar se prolonguen durante dos semanas.
Sin embargo, la agenda de la reunión establecida por el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, fue en muchos aspectos diferente a la anunciada por el portavoz de los talibanes.
Estados Unidos planea abordar «nuestros intereses nacionales vitales cuando se trata de Afganistán», incluida la lucha contra el terrorismo, el paso seguro para los ciudadanos estadounidenses, la asistencia humanitaria y la situación económica en el país, dijo Price.
West formó parte de la delegación estadounidense en reuniones con funcionarios talibanes en Doha en octubre, las primeras negociaciones entre Washington y el grupo radical desde la caótica retirada de Estados Unidos y sus aliados de Afganistán a fines de agosto.
Apenas unas semanas antes de esas conversaciones, los talibanes habían atravesado Afganistán y capturado la capital Kabul, enfrentando poca resistencia del ejército afgano, a quien las fuerzas estadounidenses han estado entrenando para resistir a los militantes durante las dos décadas de intervención de Estados Unidos en el país.
La retirada de la ayuda exterior, que siguió a la toma de posesión de los talibanes, y las nuevas sanciones internacionales contra el grupo han asestado un golpe masivo a la economía del país que ya está en apuros. A medida que se acerca el invierno, Afganistán se encuentra al borde de un desastre humanitario, con el aumento de los precios de los alimentos y la sequía que ponen en peligro la vida de millones de personas.