El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo anteriormente que Estados Unidos había compartido su preocupación con los aliados europeos de la nación sobre las «actividades rusas» en la frontera con Ucrania. Precisó que la Casa Blanca teme que Moscú esté preparando un ataque a su vecino. El Kremlin ha rechazado con vehemencia en múltiples ocasiones tales acusaciones.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha criticado el aumento de la histeria en Occidente con respecto a los supuestos planes rusos de invadir Ucrania y ha advertido sobre posibles provocaciones extranjeras relacionadas con estas afirmaciones.
«Esta histeria está siendo avivada artificialmente. Aquellos que llevan sus fuerzas armadas al exterior ahora nos acusan de alguna ‘actividad militar inusual’ en nuestro propio territorio», dijo Peskov refiriéndose a Estados Unidos.
El portavoz condenó además a Estados Unidos y la OTAN por intensificar las actividades de provocación en las fronteras de Rusia al acercar su infraestructura militar y sus fuerzas armadas. Peskov advirtió a la OTAN contra el bombardeo de Ucrania con armamento moderno, y señaló que al hacerlo, estos países inspiran a Ucrania a comportarse imprudentemente y a intentar resolver sus problemas por la fuerza.
«Es muy probable que Ucrania esté tratando de hacer otro intento de resolver su propio problema por medios militares; crear otro desastre para ellos y para todos en Europa. Esto es por lo que Ucrania se esfuerza. Y está tratando de lograrlo, muy probablemente, bajo la cobertura de esos mismos ejercicios de la OTAN [cerca de las fronteras de Rusia], los barcos de la OTAN en el Mar Negro — EE.UU., los soldados británicos en la región, de los cuales hay cada vez más «.
El Kremlin hizo sus advertencias a raíz de las declaraciones del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, de que Washington expresó su preocupación por la presunta actividad militar rusa cerca de la frontera del país con Ucrania. Según Blinken, Washington temía que Moscú pudiera invadir a su vecino, a pesar de que el Kremlin lo había descartado repetidamente y que la Casa Blanca había compartido sus preocupaciones con los aliados europeos.
Moscú, a su vez, criticó las afirmaciones de que tiene la intención de invadir Ucrania pronto como una campaña de noticias falsas contra Rusia. El Kremlin desestimó los informes de una acumulación militar rusa a lo largo de la frontera con Ucrania y recordó que las acusaciones similares de invasión también demostraron ser erróneas en el pasado.