Los bombarderos estratégicos y los buques de guerra de la alianza han sido invitados habituales en el Mar Negro desde 2014, cuando las relaciones comenzaron a deteriorarse entre los miembros de la OTAN y Rusia. El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que algunos de los bombarderos de la OTAN en ocasiones se habían acercado a 20 kilómetros de las fronteras rusas.
El secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, ha dado luz verde a un acuerdo de armas con Ucrania por armas letales a pesar de que los países occidentales afirmaron anteriormente que no venderían tales armamentos a Kiev. La venta se centra principalmente en impulsar las capacidades navales de Ucrania y se pagará a través de un préstamo que estuvo disponible para Kiev después de firmar un tratado de exportación con Londres a principios de noviembre.
El acuerdo de armas incluye la venta de dos buques de contramedidas mineras y la producción conjunta de ocho buques de guerra de misiles, así como una fragata. Además, Londres ayudaría a Ucrania a construir infraestructura naval y mejoraría algunos de los sistemas de armas de sus buques existentes.
Los ministros de Defensa de los dos países, Ben Wallace y Oleksii Reznikov, no ocultaron el objetivo principal del nuevo acuerdo de armas y el hecho de que estaba dirigido contra Rusia.
«Nuestros gobiernos no tienen ningún deseo de ser antagónicos, ni buscar de ninguna manera rodear o socavar estratégicamente a la Federación de Rusia».
Kiev, Londres y otros países occidentales acusaron repetidamente a Rusia de representar una amenaza para la seguridad de Ucrania y otros países vecinos. Moscú, sin embargo, rechazó repetidamente las acusaciones e insistió en ser una nación pacífica. Además, reprendió a los países occidentales por llevar a cabo vuelos militares de forma rutinaria y enviar barcos cerca de sus fronteras. En su último discurso, el presidente ruso Vladimir Putin dijo que los bombarderos estratégicos de la OTAN vuelan tan cerca como a 20 kilómetros de las fronteras rusas.
La región del Mar Negro alrededor de la península de Crimea se convirtió en una de las principales fuentes de tensiones al respecto debido a que los países occidentales no reconocieron los resultados del referéndum de 2014 que llevó a la península a unirse a Rusia tras un golpe de Estado en Ucrania. La OTAN y Kiev insisten en llamar a Crimea un «territorio ocupado».
La OTAN envía habitualmente sus barcos cerca de estas aguas que Moscú considera parte de su territorio, mientras que un buque de guerra británico las violó abiertamente en junio de 2021. Los informes basados en los supuestos documentos del Ministerio de Defensa sugirieron que fue una acción deliberada. El Kremlin condenó tales acciones y advirtió que algún día podrían conducir a graves incidentes.