Después de una serie de tiroteos y muertes reportadas en la frontera del país con Azerbaiyán, Armenia ha dicho que espera que Rusia intervenga y ayude a prevenir un regreso al conflicto total que amenaza el alto el fuego respaldado por Moscú.
El secretario del consejo de seguridad nacional, Armen Grigoryan, afirmó que las fuerzas azerbaiyanas habían entrado en territorio armenio «como un acto de agresión» el miércoles. «En 1997, Armenia y Rusia acordaron ayudarse mutuamente en tales casos», dijo. «En este sentido, nos dirigimos a Moscú».
Cuando se le pidió que explicara qué tipo de asistencia está solicitando Ereván, el funcionario dijo que espera llegar a una resolución a través de los canales diplomáticos. Sin embargo, si esto no es posible, “entonces es necesario resolver el problema por medios militares.
Azerbaiyán anunció el miércoles que siete de sus militares murieron durante las operaciones de combate y que 10 resultaron heridos. Mientras tanto, Ereván ha informado de una muerte, pero dijo que había perdido la comunicación con 24 miembros de su personal, cuyo paradero aún se desconoce.
La situación en la frontera entre Azerbaiyán y Armenia se ha estabilizado desde los informes de escaramuzas del 16 de noviembre, según ambas partes. El ministro de Defensa de Rusia, Sergey Shoigu, imploró a las dos ex repúblicas soviéticas que detuvieran cualquier acción que pudiera agravar las tensiones. Moscú anunció posteriormente que había habido una pausa en los combates.
Ambas partes se han señalado mutuamente por los últimos enfrentamientos, con Armenia acusando a Azerbaiyán de invadir su territorio y tomar prisioneros a numerosos soldados, así como de capturar instalaciones en la frontera.
Sin embargo, Azerbaiyán ha afirmado que estaba actuando en defensa propia, buscando armas antitanques armenias que supuestamente habían disparado contra sus posiciones al otro lado de la frontera.
Los enfrentamientos provocaron preocupaciones sobre la reanudación del conflicto en toda regla, y ambas naciones libraron una sangrienta guerra el año pasado por la disputada provincia de Nagorno-Karabaj. La región es una parte de jure de Azerbaiyán, pero ha sido gobernada en los últimos años por la mayoría étnica armenia.
Un acuerdo negociado por Moscú puso fin al conflicto en la región y envió fuerzas de paz allí. El acuerdo también requería que Ereván cedara una cantidad significativa de territorio a Bakú, incluida la mayoría de las tierras en manos de los armenios desde un sangriento conflicto a principios de la década de 1990.