El líder norcoreano Kim Jong Un visitó una nueva ciudad que se está construyendo cerca de la frontera con China y una montaña sagrada venerada por su familia, informaron medios estatales el martes, en su primera aparición pública en más de un mes.
La ciudad alpina del norte de Samjiyon se está transformando en un enorme centro económico, llamado «utopía socialista» por los funcionarios, equipado con nuevos apartamentos, hoteles, una estación de esquí e instalaciones comerciales, culturales y médicas.
La ciudad en desarrollo está cerca del monte Paektu, la montaña sagrada donde la familia de Kim reclama sus raíces, y ha realizado múltiples visitas desde 2018, y la agencia de noticias oficial KCNA la promociona como «epítome de la civilización moderna».
KCNA dijo que el último viaje de Kim fue diseñado para inspeccionar la tercera y última fase de construcción, que se completará a fines de este año después de los retrasos causados por las sanciones internacionales y la pandemia de coronavirus.
KCNA no dio una fecha para la visita de Kim, pero es el primer informe de actividad pública del líder en 35 días, desde que pronunció un discurso en una exhibición de defensa, su ausencia más larga desde 2014.
La desaparición del joven y solitario líder de los medios estatales a menudo genera especulaciones sobre su salud o su paradero. La agencia de inteligencia de Corea del Sur dijo a fines del mes pasado que no tenía problemas de salud.
«Dijo que Samjiyon se ha convertido en un ejemplo de una ciudad montañosa moderna bajo el socialismo y un estándar de desarrollo rural gracias a la lucha inquebrantable de los trabajadores a pesar del ambiente desfavorable del norte», dijo KCNA.
Kim dijo que la construcción de la nueva ciudad proporcionó experiencia en construcción, diseño y tecnologías que impulsarían el crecimiento económico de otras regiones.
La ciudad es una de las iniciativas más grandes que Pyongyang ha lanzado como parte del impulso de Kim por una economía «autosuficiente», ya que el país enfrenta sanciones internacionales por sus programas nucleares y de misiles.
Casi dos años después de sellar las fronteras para evitar el COVID-19, Corea del Norte ha reanudado recientemente el transporte de mercancías por ferrocarril con China, la última señal de que podrían reabrir la frontera pronto.