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Al menos 58 reclusos murieron en un motín masivo que se convirtió en una masacre en una gran prisión en Ecuador, según la policía. Según los informes, la violencia mortal fue provocada por una rivalidad entre pandillas.
El motín estalló el viernes por la noche en la Penitenciaría Litoral, una gran prisión cerca de la ciudad de Guayaquil. Se sabe que la prisión alberga a presos de la infame pandilla Los Choneros que presuntamente tiene vínculos con el poderoso cartel mexicano de Sinaloa.
Los violentos enfrentamientos fueron provocados por un conflicto entre miembros de diferentes bandas encarcelados en las instalaciones. El segundo pabellón de la prisión, que alberga a unos 700 reclusos, se ha convertido en el epicentro del sangriento caos.
Los videos no verificados que circulan en Internet y que supuestamente fueron grabados por los propios reclusos muestran lo que parecen ser las secuelas de la masacre. Las imágenes muestran a miembros de pandillas que intentan quemar los cuerpos de sus rivales en el tribunal de la prisión. Los cuerpos, que yacían en charcos de sangre, se juntaron con algunos escombros y se prendieron fuego. Se vio a algunos reclusos caminando entre los muertos y aún golpeándolos con grandes palos.
Al menos 58 personas murieron en la masacre, confirmó el gobernador de la provincia de Guayas, Pablo Arosemena, durante una rueda de prensa de emergencia convocada por el gobierno el sábado. Al menos otras 12 personas resultaron heridas y fueron trasladadas a diversas instalaciones médicas, según medios locales.
La policía solo ingresó a las instalaciones el sábado por la mañana. Los agentes no pudieron hacer esto antes, dijo la jefa de policía ecuatoriana, Tanya Varela, durante la conferencia de prensa, y agregó que cualquier acción apresurada solo habría empeorado la situación. Los oficiales encontraron armas y una docena de cartuchos de dinamita mientras registraban la instalación mientras estaban custodiados por una unidad de comando táctico, según los informes de los medios.
La Penitenciaría Litoral ya había presenciado otro motín masivo a fines de septiembre que terminó con la muerte de 119 internos.