¿Qué desafíos enfrenta Nicaragua tras sus comicios generales?


Nicaragua enfrenta hoy la interrogante de un posible aislamiento en la esfera internacional y el recrudecimiento de medidas que buscan el debilitamiento económico, si bien la proyección de crecimiento al finalizar 2021 es de ocho por ciento.

No obstante, analistas como Luis Lobato, Vicerrector de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) consideran que tales decisiones incidirán no solo en el territorio centroamericano, sino también en las naciones desconocedoras del proceso electoral, especialmente, Estados Unidos.

«Al fin y al cabo, no pueden hacer del país un ghetto. Incluso, países de la región como El Salvador asumen políticas similares a las nuestras, entre ellas, la Ley de Agentes Extranjeros promovida por el presidente Nayib Bukele. ¿Quieren aislarnos? Entonces, ¿por dónde pasarían los productos del área?», significó el académico.

Para Lobato, la presión foránea, la imposición de leyes y resoluciones como la referida a La situación en Nicaragua, tema actual en la agenda de la 51 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), eran reacciones esperadas antes, durante y después del ejercicio del sufragio.

El también coordinador del Centro de Estudios del Desarrollo Miguel d’Escoto Brockmann expresó que los comicios en su país incluyeron la participación de siete partidos políticos, y aludió al cumplimiento de la ley con la encarcelación de una treintena de opositores, entre ellos, siete aspirantes a la presidencia.

Lobato significó que no estamos en la época de la Guerra Fría —enfrentamiento político, económico, social, ideológico, militar e informativo entre Estados Unidos y la antigua Unión Soviética—, «vivimos en un mundo multipolar, es decir, es imposible perjudicar a un país sin afectarse a sí mismo», puntualizó a Prensa Latina.

¿Cuáles son las amenazas contra Nicaragua?

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue uno de los primeros en desconocer las votaciones en Nicaragua y calificar al proceso transcurrido el domingo 7 de noviembre como «pantomima de elecciones que no fueron ni libres ni justas, y ciertamente no democráticas», antesala de la promulgación de la Ley Renacer.

El mencionado instrumento forma parte de las amenazas del mandatario norteamericano y su promesa de emplear todas las herramientas diplomáticas y económicas a su disposición para hacer rendir cuentas al gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, seleccionados para un nuevo período de cinco años (2022-2027).

La denominada ley para Reforzar el Cumplimiento de Condiciones para la Reforma Electoral en Nicaragua (Renacer, por sus siglas en inglés), fue aprobada la semana última y, entre otras, la eliminación del Tratado de Libre Comercio y la incorporación a la lista de naciones del área sujetas a restricciones de visa por corrupción.

La disposición establece el aumento de informes respecto a las actividades del ejecutivo de Rusia en el país centroamericano, especialmente, lo referido a cuestiones militares.

Su antecedente es la Nicaraguan Investment Conditionality Act (NICA), presentada en 2016 por la entonces congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen y el demócrata Albio Sires y que faculta al Departamento del Tesoro para la aplicación de sanciones contra funcionarios vinculados al gobierno de Nicaragua.

Muchas de las intimidaciones establecidas mediante la Ley Renacer o la conocida como NICA Act, de ser aplicadas, tendrán un efecto bumerán. Estados Unidos no tienen amigos ni enemigos, solo intereses y ven a nuestro país con un proyecto de gobierno que, a sus ojos, constituye un mal ejemplo para sus aliados», señaló.

A juicio del académico, el territorio centroamericano es referencia en términos como la soberanía y el desarrollo social, cultural, económico y político, cuestiones que pretender desvirtuar los promotores de un proyecto de resolución sobre Nicaragua, analizado por los integrantes de la OEA.

Los firmantes: Canadá, Estados Unidos, Chile, Costa Rica, Ecuador, República Dominicana, Uruguay y Antigua y Barbuda solicitaron al Consejo Permanente el impulso de una «evaluación colectiva inmediata de la situación (…) a ser completada a más tardar el 30 de noviembre y tome las acciones apropiadas».

«La OEA ha certificado desde el punto de vista de la legitimidad su acta de defunción. Su secretario general, Luis Almagro, promovió y facilitó el golpe de estado en Bolivia a finales de 2019. Los acuerdos adoptados en ese foro regional no nos afectan», puntualizó Lobato.

De acuerdo con el experto, en la década de 1980 enfrentaron a Estados Unidos con una reserva de alrededor de 50 millones de dólares y, en el presente, poseen más de cinco mil millones de dólares.

El especialista resaltó la política de alianzas establecida por Nicaragua y su apego al multilateralismo, expresado en ejemplos recientes como la presencia del canciller Denis Moncada en la reunión de la COP 26 y sus intercambios bilaterales con representantes de Guinea, China y funcionarios de Naciones Unidas.

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