El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, advirtió que la Unión Europea debería esperar una afluencia de migrantes que intentan buscar asilo en un futuro próximo, ya que la gente abandona Afganistán tras su toma de posesión por los talibanes.
Los comentarios de Lukashenko, hechos en una entrevista el martes con el medio de comunicación del gobierno Belta, se produjeron cuando miles de migrantes de Oriente Medio y África del Norte se sientan atrapados en la frontera con Polonia, buscando ingresar a la UE a través de Bielorrusia. El presidente está acusado por Bruselas de «convertir en armas» a los migrantes al llevarlos a su país y transportarlos a la frontera, supuestamente como parte de una «guerra híbrida» contra Occidente.
Sin embargo, según Lukashenko, la crisis actual pronto podría empeorar mucho. Con los talibanes ahora a la cabeza en Kabul, muchos ciudadanos afganos miran a Europa Occidental como un posible destino de asilo.
“Los estadounidenses invitaron [a los inmigrantes], pero ordenaron a Europa y Asia Central que los acogieran”, explicó Lukashenko. “A decir verdad, los países de Asia Central se excusaron. ¿Qué va a hacer la gente? Ellos irán a Europa «.
Según el presidente, algunos inmigrantes afganos han llegado a Bielorrusia a través de Asia Central y Rusia, mientras que otros han tomado rutas alternativas.
“También viajan a través de Ucrania, pero Ucrania es un país amigo [para el Occidente colectivo], por lo que se mantienen callados por ahora”, afirmó Lukashenko. «Bielorrusia no es amistosa, por lo que hay que criticarla».
No ofreció pruebas para la afirmación de que los inmigrantes llegaron a través de Ucrania.
Tal como están las cosas, los solicitantes de asilo que buscan cruzar a Polonia desde Bielorrusia acampan en tierra de nadie entre los dos países, con la esperanza de que los dejen entrar. La crisis comenzó en junio cuando Lukashenko dijo que su gobierno ya no ayudaría a la UE a detener la inmigración ilegal. y la situación se ha deteriorado significativamente en los últimos dos días.
Mientras Bruselas acusa a Minsk de intensificar deliberadamente la crisis, Lukashenko sostiene que la culpa recae sobre los hombros de la UE y Estados Unidos porque la gente está huyendo de las hostilidades provocadas por Occidente.
La situación también ha llamado la atención de la ONU, que a principios de esta semana expresó su preocupación por el deterioro de la situación y señaló que «los seres humanos nunca deben ser utilizados como peones políticos».