La polución, corrupción y una acumulación de riquezas en pocas manos causante de la monstruosa desigualdad, es la denuncia que hará el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en Naciones Unidas.
El mandatario reveló hoy ante la pregunta de una periodista en su conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional, que ese será el tema principal el martes próximo cuando el país asuma la presidencia temporal del Consejo de Seguridad de la ONU.
Consideró que esos factores son el origen de todos los problemas presentes en las sociedades y las causas de la enorme pobreza, desigualdad, la imparable migración, la violencia y la destrucción del planeta.
Estimó necesario ir al fondo de esos problemas, y México lo puede hablar con autoridad porque aplicamos un modelo no tradicional, no ortodoxo, no neoliberal, que tiene como centro el combate a la corrupción y eso nos permite exponer que hay otros caminos y respuestas para llegar a una sociedad mejor en beneficio de todos.
Reiteró que es lo que va a decir en la ONU porque nos está dando resultado no permitir la corrupción y aplicar la austeridad, y no aceptar recomendaciones o recetas de organismos financieros internacionales.
Dijo que el neoliberalismo no ayudó, fue un fracaso, solo benefició a una minoría, y no es una opción para todos los habitantes del planeta.
Criticó la premisa neoliberal basada en la corrupción de que si aumenta la riqueza arriba en pocas manos, se benefician los de abajo como si fuera contagiosa, cuando es todo lo contrario, pues mientras más ricos sean unos más pobres serán los del pueblo.
Peor aún, supone que el estado no intervenga, que deje se siga acumulando la riqueza y abajo crezca la pobreza, y no promueva el desarrollo porque todo debe quedar en manos del mercado.
En México, insistió, aplicamos un modelo distinto lo cual permite que llegue el dinero a la gente de abajo. Todo el mundo sabía que había corrupción, pero nunca lo comprobaron como ahora porque los pobres están recibiendo lo que antes iba al bolsillo de los ricos.
Frente a quienes lo critican por no haber asistido a la cumbre climática promocionada por el presidente Joe Biden, dijo que puede demostrar con orgullo que México es el país del mundo que más invierte en reforestación para combatir el calentamiento global y la contaminación.
México, recordó, invierte más de mil 300 millones de dólares al año para sembrar mil 100 millones de árboles en ese lapso con vistas a oxigenar al planeta. No fui a la cumbre, pero trabajamos desde mucho antes en lo que en esa reunión fue un planteamiento porque queremos heredarle a nuestros hijos un país con agua, oxígeno y un medio ambiente amigable.