Ford se convertirá en el primer fabricante de automóviles de Estados Unidos en exigir vacunas obligatorias para más de 30.000 trabajadores


Ford Motor se convertirá en el primer fabricante de automóviles importante con sede en Estados Unidos en exigir que los empleados estén vacunados, dijo la compañía al personal en un mensaje, aunque el mandato aún debe negociarse con los trabajadores sindicalizados de la empresa.

La compañía anunció la medida en una nota a sus aproximadamente 32.000 empleados asalariados el miércoles, confirmó la portavoz Monique Brentley a CNBC, diciéndoles que deben ser vacunados antes del 8 de diciembre o estar en licencia sin goce de sueldo.

“El objetivo es lograr [la] tasa de vacunación más alta posible sin consecuencias graves para ningún empleado”, dijo Brentley, y señaló que la compañía ofrecerá exenciones religiosas y médicas a los trabajadores que califiquen.

La salud y seguridad de nuestra fuerza laboral sigue siendo nuestra principal prioridad y nos ha alentado mucho el apoyo de nuestros empleados para cumplir con nuestros protocolos, incluido el más del 84% de los empleados asalariados de Estados Unidos que ya están vacunados.

Sin embargo, después de un período de 30 días después de la fecha límite, aquellos que se nieguen a tomar el jab y no obtengan una exención podrían ser despedidos.

Los empleados sindicalizados de Ford no caerán inmediatamente bajo el mandato, dijo a CNN el portavoz de United Auto Workers, Brian Rothenberg. El UAW representa a más de 56.000 empleados en la empresa, muchos de los cuales son trabajadores de la línea de montaje.

Rothenberg también confirmó que el mandato tendría que resolverse con requisitos de negociación colectiva con la UAW antes de que pudiera aplicarse a los sindicatos.

Mientras que los tres grandes fabricantes de automóviles de EE. UU. — Ford, General Motors y Stellantis (antes Fiat Chrysler) — tienen vacunas obligatorias para su fuerza laboral canadiense, Ford es el primero en hacerlo en el lado estadounidense de la frontera.

La medida se produce después de que la administración de Joe Biden declarara que requeriría que cualquier empresa con más de 100 empleados vacune a sus trabajadores, lo que afecta a unos 100 millones de estadounidenses. El presidente ordenó previamente el jab para los empleados federales y contratistas posteriores, pero desde entonces ha ampliado la medida, diciendo que la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA) haría cumplir el mandato en las empresas.

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