Corea del Sur comienza a trabajar para vivir con el Covid-19 mientras lanza el primer esquema de pasaporte de vacunas obligatorias para lugares de alto riesgo


Corea del Sur ha anunciado los primeros pasos hacia la creación de un mundo en el que los ciudadanos vivan con Covid-19, presentando planes para poner fin a las restricciones en horas de funcionamiento e implementar un esquema de pasaporte de vacunas para lugares de alto riesgo.

A partir del 1 de noviembre, el país dará el «primer paso para reanudar nuestra vida normal», anunció el primer ministro Kim Boo-kyum en una reunión gubernamental televisada. Sin embargo, advirtió que los ciudadanos «deben ser conscientes de que esto no significa que la lucha contra el coronavirus haya terminado», es simplemente un «nuevo comienzo».

Con la primera fase que entrará en vigencia el lunes, los funcionarios esperan que todas las restricciones puedan eliminarse en febrero, ya que el país amplía su campaña de vacunación en medio de un alto número de infecciones diarias.

Corea del Sur superó su objetivo de vacunar al 70% de su población de 52 millones de personas el 23 de octubre, con al menos una dosis de una vacuna de Covid administrada a más del 79% de los ciudadanos. A pesar de no entrar en un bloqueo, la nación asiática ha luchado con una cuarta ola de casos de Covid desde julio, con restricciones implementadas para reducir la propagación del virus.

A pesar de volver a la normalidad, Corea del Sur está implementando un esquema de pasaporte Covid en lugares de alto riesgo, incluidos bares, clubes, gimnasios, saunas y bares de karaoke, que requiere que los asistentes muestren un comprobante de vacunación o un resultado negativo de la prueba de las últimas 48 horas. La medida tiene como objetivo minimizar el riesgo de volver a otro pico de infecciones por coronavirus

La Asociación Médica de Corea (KMA) advirtió que el intento de pasar a una estrategia de convivencia con Covid, debido a los números de casos diarios actuales y al acercarse el invierno, podría impulsar un aumento de las infecciones y ejercer presión sobre los servicios de salud del país.

Desde el inicio de la pandemia, Corea del Sur ha registrado más de 358.000 infecciones confirmadas y 2.808 muertes por el virus, según los datos proporcionados a la Organización Mundial de la Salud.

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