Las cargas de trabajo no remunerado aumentaron drásticamente en esta pandemia, aún cuando esto ya era una realidad.
Durante la pandemia de la Covid-19, las mujeres han sido el sector poblacional más afectado, no solo por estar más expuestas al coronavirus SARS-CoV-2, sino además por el aumento de las cargas de trabajo, afirmó la directora del programa Inclusión y Propósito de la empresa PwC, Gabriela Bustamante.
Aunque la pandemia no ha destapado algo que era visible con anterioridad, la especialista refirió que “las mujeres se han visto más afectadas. Ellas están más expuestas al virus porque son el 70 por ciento de las trabajadoras en el sector salud y 80 por ciento en las gestiones de asistencia social son mujeres”.
Resultado del sistema de dominación patriarcal, las labores de cuidado han sido asumidas en su mayoría por mujeres. Al respecto, Bustamante explicó que el cierre de escuelas y de los centros de atención a adultos mayores incidió en que que las cargas de trabajo no remunerado aumentaran drásticamente.
Según estadísticas de organizaciones expertas en este tema, las mujeres le dedican más horas al trabajo doméstico que los hombres. En México, el 51 por ciento de las mujeres durante la pandemia han presentado síndrome de «burn out», o lo que se conoce como de desgaste profesional, reconoció Bustamante, precisamente por la sobrecarga doméstica.
Existen diversas variables a tener en cuenta para un análisis integral acerca del tema del cuidado, las cuidadoras y el trabajo doméstico, entre ellas la clase social a la que pertenecen cada una de las mujeres que se encuentran en esta situación, así como el espacio territorial.
Con relación a la inequidad entre hombres y mujeres respecto al trabajo remunerado, tan solo en México, existe una brecha salarial de 14 por ciento, reconoció la especialista.
Asimismo, los datos cuantitativos reflejan que las mujeres realizan tres cuartas partes del trabajo no remunerado que se efectúa en el planeta. Para la experta, algunos de los desafíos están encaminados en involucrar a los hombres en las tareas del hogar.
Respecto a este elemento las declaraciones de Bustamante son concebidas desde la crítica no al patriarcado como sistema de dominación, sino a una visión de la legitimidad del capitalismo y la apuesta por las ganancias cuando la especialista señala que el desempeño en el hogar de los hombres “permite que las mujeres no perdamos competitividad”.
Señaló que trabajar en involucrar a los hombres genera empatía y posibilita hacerlos corresponsables de las labores de cuidado.
Según un reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo, son los jóvenes, y particularmente las mujeres, quienes siguen afrontando un mayor déficit de empleo, en donde el 47.6 por ciento de las mujeres han perdido su trabajo en 2020.