Corea del Norte califica el informe de un investigador de derechos humanos de la ONU como una ‘difamación maliciosa’


Un informe de este mes de un investigador de derechos humanos de las Naciones Unidas que expresa preocupación por la situación humanitaria y de derechos humanos en Corea del Norte es una «calumnia maliciosa», dijo el martes una organización norcoreana.

En su último informe, Tomás Ojea Quintana, relator especial de la ONU sobre derechos humanos en Corea del Norte, dijo que las personas más vulnerables del país corren el riesgo de morir de hambre después de que se hundió más en el aislamiento durante la pandemia de COVID-19.

Ojea Quintana dijo que las sanciones internacionales impuestas por el programa de armas nucleares de Corea del Norte deberían suavizarse para proporcionar más ayuda, pero también criticó abusos como los campos de prisioneros políticos y dijo que los cierres fronterizos autoimpuestos para evitar un brote de COVID-19 habían empeorado las condiciones.

«El ‘relator especial’, no contento con distorsionar nuestra realidad, ha señalado con el dedo el ‘sustento de nuestro pueblo’ y ha escogido con saña las medidas antiepidémicas más realistas y apropiadas tomadas por nuestro estado para nuestra propia necesidad específica con el fin de hacer frente a la epidemia mundial «, dijo un portavoz no identificado de la Asociación Coreana de Estudios de Derechos Humanos en un comunicado emitido por la agencia estatal de noticias KCNA.

El comunicado dijo que Corea del Norte no reconoce el mandato de Ojea Quintana y lo acusó de ser parte de un plan respaldado por Estados Unidos para interferir en los asuntos internos de otros países.

«Nuestro estado asume toda la responsabilidad por la seguridad de la vida y el sustento de nuestra gente, y nunca le hemos pedido a nadie que se preocupe por las condiciones de vida de nuestra gente», dice el comunicado.

El líder Kim Jong Un dijo en junio que la situación alimentaria era «tensa» debido a los desastres naturales del año pasado y reconoció que los ciudadanos se habían enfrentado a sacrificios durante la pandemia.

Corea del Norte no ha informado de ningún caso de COVID-19 y ha impuesto estrictas medidas antivirus, que incluyen cierres de fronteras y restricciones a los viajes nacionales.

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