Xi Jinping de China califica la iniciativa de independencia de Taiwán como «grave peligro oculto» y promete «reunificación pacífica» con una isla autónoma


La reunificación con China sirve mejor a los intereses del pueblo taiwanés y se logrará por medios pacíficos, insistió el presidente chino, Xi Jinping, advirtiendo a las naciones extranjeras sobre interferir en el tema.

«El separatismo independentista de Taiwán es el mayor obstáculo para lograr la reunificación de la patria y el peligro oculto más grave para el rejuvenecimiento nacional», dijo Xi en un discurso en el Gran Palacio del Pueblo de Beijing el sábado.

«La reunificación nacional por medios pacíficos sirve mejor a los intereses de la nación en su conjunto, incluidos nuestros hermanos en Taiwán», dijo el presidente.

La tarea histórica de la completa reunificación de la patria debe cumplirse, y definitivamente se cumplirá.

Xi, que había advertido anteriormente que China no dudaría en usar la fuerza contra Taiwán y, en julio, prometió «aplastar» cualquier intento de establecer la independencia formal hecho por la isla de 25 millones, adoptó un tono más suave en este discurso.

Sin embargo, advirtió a las naciones extranjeras sobre la intromisión en el tema taiwanés, diciendo que era «un asunto puramente interno de China y no permite ninguna interferencia externa».

El discurso se pronunció en el 110 aniversario de la revolución que concluyó con el derrocamiento del gobierno imperial en China en 1911. Taiwán celebra el Día Nacional en la misma fecha, y el levantamiento llevó a la creación de la República de China (República de China). . La República de China ocupó originalmente territorios en el continente, pero su liderazgo se vio obligado a huir a la isla después de una guerra civil con los comunistas en 1949.

Taiwán se ha autogobernado desde entonces, pero nunca ha declarado formalmente su independencia de China, con Beijing, bajo su política de «Una China», considerándola un territorio separatista.

La oficina del presidente taiwanés, Tsai Ing-wen, reaccionó a las palabras de Xi reiterando que la isla se consideraba a sí misma un estado soberano e independiente. «El futuro de la nación está en manos del pueblo de Taiwán», insistió.

El Consejo de Asuntos Continentales de Taiwán, que maneja las relaciones de la isla con Beijing, replicó con una declaración aún más dura, instando a China a «abandonar sus provocativos pasos de intrusión, acoso y destrucción» y regresar a la mesa de negociaciones.

Las tensiones han aumentado entre Taipei y Beijing últimamente, con aviones de combate chinos haciendo casi 150 incursiones en la zona de defensa aérea de Taiwán desde principios de octubre. Sin embargo, esos vuelos han cesado en los últimos días.

Mientras tanto, han surgido informes de fuerzas de operaciones especiales estadounidenses que entrenaron en secreto a las tropas taiwanesas durante meses para prepararlas para contrarrestar a China. Washington ha mantenido vínculos no oficiales con Taipei y ha suministrado armas a la isla, a pesar de reconocer a Beijing como la única autoridad legítima en China desde 1979.

El viernes, el ex primer ministro australiano Tony Abbott realizó una visita no oficial a Taipei y aseguró a las autoridades locales que tanto Australia como Estados Unidos ayudarían a Taiwán si el conflicto con China se intensificaba.

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