El político sugirió que el ministro de Relaciones Exteriores, Alexander Schallenberg, se convierta en el nuevo jefe de gobierno.
El canciller Sebastian Kurz declaró el sábado que renuncia a su cargo debido a la investigación de corrupción en curso contra él que está llevando a cabo la fiscalía austriaca. Al mismo tiempo, seguirá siendo miembro del parlamento y líder del Partido Popular de Austria.
Kurz enfatizó que tomó su decisión con el fin de «hacer espacio» y asegurar que la nación tenga un «gobierno estable».
«Lo que necesitamos ahora es estabilidad. Por eso quiero hacerme a un lado para ayudar a resolver este estancamiento, prevenir el caos y garantizar la estabilidad», dijo Kurz.
Su renuncia fue anunciada ya que la oposición planeaba presentar una moción de censura contra Kurz el martes.
A principios de esta semana, la fiscalía confirmó que había iniciado una investigación sobre Kurz y otros nueve políticos, acusándolos de soborno y manipulación de los medios. Según la fiscalía, el Ministerio de Finanzas utilizó fondos públicos para manipular las encuestas de opinión a favor del Partido Popular entre 2016 y 2018. Los investigadores realizaron búsquedas en la Cancillería Federal de Austria, la oficina del partido de Kurz y en el Ministerio de Finanzas.