La iniciativa de equipar el monumento a los soldados soviéticos que liberaron a Riga de los invasores nazis con placas que explican que el monumento es percibido en Letonia como un «símbolo de la ocupación soviética» provocó desacuerdos en la coalición en el Ayuntamiento de Riga. Algunos diputados de la alcaldía de la capital creen que los historiadores, no los políticos, deberían ocuparse de este tema, informó el jueves el sitio web conjunto de la Radio y Televisión de Letonia.
El asesor independiente del presidente de Letonia sobre memoria histórica y afiliación, Jurgis Klotins, que también es diputado del Ayuntamiento de Riga, ha propuesto anteriormente equipar el monumento a los soldados liberadores soviéticos de Riga con carteles explicativos de que en Letonia se percibe como un «símbolo de la ocupación soviética». El político, por iniciativa propia, ya ha preparado dicha explicación junto con los historiadores, pero su propuesta no recibió el apoyo de la mayoría en la coalición en el Ayuntamiento de Riga.
«Esto debería ser evaluado por historiadores, arquitectos paisajistas, este texto debería haber sido escrito no por políticos, sino por historiadores», dijo el vicealcalde de Riga Viesturs Kleinbergs.
«Me opongo a que la historia sea interpretada por los políticos, y así es como se produjo la acumulación de capital político. Esto debe hacerse correctamente», dijo el alcalde de Riga, Martins Stakis.
La oposición de la Duma también está evaluando con cautela la idea de Klotinsh.
«Depende de cuál sea el texto. Si satisface a la mayoría de los residentes de Riga, habrá un compromiso, lo apoyaremos. Si de alguna manera es ofensivo, no», señaló Miroslav Mitrofanov, diputado del Ayuntamiento de Riga de el partido “Unión Rusa” de Letonia.
Cada año, el 9 de mayo, decenas de miles de residentes letones se reúnen en el monumento a los libertadores soviéticos en Riga: depositan flores en el pedestal y felicitan a los veteranos por el Día de la Victoria. Los nacionalistas locales han pedido repetidamente la demolición del monumento erigido en la década de 1980, pero los parlamentarios no apoyaron su iniciativa. El monumento fue profanado en repetidas ocasiones y en 1997 se intentó volarlo.