Las autoridades de Venezuela han gestionado la repatriación de 200 de sus ciudadanos desde Chile ante el «trato cruel, inhumano y discriminatorio» registrado a finales de septiembre en la localidad de Iquique, en Tarapacá, cuando un grupo de manifestantes quemaron las pertenencias de los migrantes.
Sobre esto informo el medio local “El Desconcierto”.
Así lo comunicó el viceministro para América Latina del Ministerio de Exteriores venezolano, Ránder Peña, a través de su cuenta en la red social Twitter, donde ha detallado que la vuelta del país se ha gestionado a través del «Plan Vuelta a la Patria», puesto en marcha por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Peña señaló que los venezolanos fueron víctimas de «un reducido grupo de iquiqueños que no representan el sentir del pueblo chileno» y matizó que los chilenos son como los venezolanos, «tolerantes» y con «virtudes y bondades infinitas».
No obstante, «en medio de su preocupación, el presidente Maduro ha ordenado activar el plan», agregó. Así, dijo a los venezolanos repatriados que «han tomado la mejor decisión», mientras que ha indicado a los que se quedan que les esperan en el país caribeño, dado que «todos los venezolanos hacen falta en Venezuela».
La región de Tarapacá de Chile está inmersa en una crisis migratoria que alcanzó su punto álgido a finales de septiembre, cuando varias decenas de personas salieron a las calles de Iquique para protestar contra la migración irregular y quemaron las pertenencias de los migrantes venezolanos, entre las que se encontraban coches para niños, por ejemplo. La protesta tuvo lugar un día después de que los Carabineros (policía militarizada chilena) desalojaran a migrantes de una plaza de la localidad.