En la primavera, se iba a enviar al Reino Unido un lote de vacuna producida en los Países Bajos, pero Macron convenció a los líderes de la Unión Europea de que la vacuna era más necesaria en Francia, escribe el tabloide británico The Sun.
Según fuentes de la publicación en el gobierno del Reino Unido, este comportamiento es considerado allí como un «estado hostil» y no como «un aliado cercano». En su opinión, las acciones de Francia podrían costar muchas vidas humanas. También informó que Francia ha amenazado con bloquear los envíos de la vacuna Pfizer al Reino Unido, a pesar de la necesidad de vacunas de refuerzo.
Todo esto sucedió en el contexto de las declaraciones de París de que la droga no era segura. En marzo, Francia suspendió el uso de AstraZeneca después de detectar casos de coágulos de sangre. Y en mayo, el líder francés anunció que el país no usaría una vacuna contra nuevas cepas de COVID-19 y preferiría otros medicamentos.