Apenas 127 de los 300 camioneros extranjeros que el Reino Unido quería reclutar de forma expedita para atajar la crisis actual en la cadena de suministros solicitaron visa, confirmó hoy el gobierno británico.
Según detalló el Departamento de Transporte en un comunicado, del total de permisos de entrada emitidos, 27 correspondencias a choferes de camiones cisternas y los 100 restantes son para conductores de vehículos de transporte de carga y alimentos.
El Reino Unido tiene problemas para abastecer las gasolineras y los supermercados debido a la falta de choferes que golpea al país después del Brexit, que puso fin al libre movimiento de personas entre las islas británicas y la Unión Europea (UE), y a la suspensión de las pruebas de conducción para conductores por la pandemia de Covid-19.
La crisis se tradujo en largas filas de automóviles en las estaciones de servicio para abastecerse de combustible y en el temor de que se produzca un desabastecimiento de productos como la carne de cerdo para Navidad.
Además de las 300 visas, el Gobierno quiere traer a otros cuatro mil 700 camioneros extranjeros y cinco mil trabajadores avícolas de forma temporal, pero la fría acogida a la oferta podría obligar al Reino Unido a tener que depender de los choferes militares movilizados la víspera por más tiempo del esperado.
La Asociación de Transportistas Británicos estima que faltan 100 mil conductores de camiones, y según los directivos del gremio, el Brexit es culpable de que unos 20 mil de ellos abandonaran el país tras el divorcio con la UE el año pasado.
En declaraciones a la BBC desde Manchester, donde asiste a la conferencia anual del Partido Conservador, el primer ministro Boris Johnson restó importancia a la gravedad de la situación, y aseguró que los problemas se deben en gran medida a la recuperación fuerte económica que experimenta el país.
El gobernante también atribuyó la escasa respuesta de los choferes foráneos a la oferta de visas de trabajo al déficit global de esa mano de obra, y no a un problema particular del Reino Unido.
La asociación de distribuidores minoristas de combustible informó, por su parte, que tras la entrada en escena de los militares el suministro de gasolina y diésel comenzó a mejorar en Londres y el sureste de Inglaterra, pero todavía hay desabastecimiento en otras partes del país.