Las comunidades indígenas exigen al Gobierno de Iván Duque políticas públicas inclusivas y seguridad para retornar a sus tierras.
Cerca de 1.200 miembros de unas 14 comunidades indígenas colombianas continúan este jueves acampados en situación de calle en el Parque Nacional de Bogotá (capital), demandando acciones por parte del Gobierno nacional y distrital respecto a su condición de desplazados.
Se trata de pueblos originarios de los departamentos de Chocó, Nariño, Antioquia, Cauca y Valle del Cauca, esencialmente, quienes han sufrido el desplazamiento forzado ante la inseguridad provocada por el control y presencia de grupos residuales armados en sus territorios originarios, y fueron desalojados en su mayoría del distrito Bolívar.
María Medina, perteneciente al pueblo Nasa y en representación de las autoridades indígenas Bakatá señaló que “en aras de salvaguardar la vida nos hemos visto obligados a movernos a las grandes ciudades, y nos hemos plantado acá para denunciar el abandono por parte del Estado”.
La lideresa agregó que actualmente “no se ven reflejados en una política pública indígena, incluyente, diferencial, con presupuestos y garantías para tener una vida digna, tal y como lo teníamos en nuestros territorios”, dijo en tanto denunció los ataques de que fueron víctimas en la noche de miércoles por parte de los Escuadrones Móviles Antidisturbios de la Policía Nacional (Esmad) colombiana.
“Nuestros niños merecen recibir su educación, y parte de ella propia de pueblos indígenas. Nuestros derechos no están a la venta, tienen que ser respetados, y quisiéramos estar en nuestros territorios, donde no tenemos garantías de seguridad y la tierra nos ha sido usurpada”, remarcó Medina.
Medina también criticó la inseguridad en materia de asistencia sanitaria que padecen los desplazados en Bogotá, más aún ante el impacto desolador de la pandemia de Covid-19. “Hemos tenido gente que ha fallecido, mujeres embarazadas”, dijo al tiempo que señaló han salido a la calle para ser escuchados y reconocidos en su diversidad por el Estado. Necesitamos asistencia y atención con enfoque diferencial indígena”, sostuvo.
Con plásticos, cacerolas y cobijas, también un grupo de la comunidad Embera permanece en el Parque Nacional, tras terminarse las ayudas financieras que la Unidad de Víctimas y el Distrito les entregaban, y en tanto les brindan una solución económica o de traslado para poder retornar a sus lugares de origen con garantías.
A lo que el alcalde de Bogotá, Luis Ernesto Gómez, explicó que debido a una restricción legal las ayudas que percibían los indígenas no continuarán siendo entregadas, pues estas tenían carácter humanitario y temporal; al tiempo que detalló que otras instituciones garantizarían su traslado a un lugar de tránsito.