Al menos 116 personas murieron durante un estallido de guerra de pandillas en una prisión ecuatoriana. Varias de las víctimas fueron brutalmente decapitadas, mientras que el recuento de víctimas mortales sigue aumentando a medida que las autoridades buscan cadáveres adicionales.
La violencia estalló el martes en la prisión Penitenciaria del Litoral en Guayaquil, Ecuador. Para el miércoles, se informó que al menos 100 personas murieron y 52 resultaron heridas, según la oficina de prisiones del país. El número de muertos inicialmente era de 30, sin embargo, el comandante de la policía regional, Fausto Buenano, señaló que aún se estaban identificando los cuerpos encontrados en la instalación.
Prisioneros armados con pistolas, granadas y armas cuerpo a cuerpo se asesinaron unos a otros con extrema brutalidad, y se encontró a seis víctimas decapitadas. Después de una operación de cinco horas, la policía con «armas no letales» logró retomar el control de la prisión, dijo Buenano a los periodistas.
Buenano dijo que sus oficiales fueron atacados por prisioneros armados, pero no dijo si estos oficiales mataron o hirieron a algún prisionero. El video publicado por el gobierno del estado de Guayas mostró una columna de policías antidisturbios entrando a la prisión y seis cocineros siendo evacuados de la instalación.
Desde la Penitenciaría el Gobernador @parosemena “Estamos activados y trabajando para recuperar el orden dentro del centro penitenciario. Es un operativo interinstitucional y mantenemos la coordinación con el @MinGobiernoEc @SNAI_Ec @PoliciaEcuador @FFAAECUADOR grupos especiales” pic.twitter.com/vf4pUZkNS8
— Gobernación de la provincia del Guayas (@goberguayasec) September 28, 2021
Otro oficial de policía, Fabián Bustos, dijo que se incautaron varias armas después de la redada.
Se cree que las bandas rivales que compiten por el control de la prisión son las responsables de la batalla, y los funcionarios ecuatorianos culparon a los grupos «Los Lobos» y «Los Choneros». Estos equipos son dos de las numerosas pandillas que operan en el sistema penitenciario superpoblado y a menudo sin ley de Ecuador, con muchos grupos vinculados a los carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
El baño de sangre del martes en Guayaquil no fue un incidente aislado. Este año han estallado dos batallas penitenciarias igualmente violentas, con una ola de disturbios en las cárceles del país que mataron a 22 en julio, y una serie similar de violencia concertada que dejó al menos 75 muertos en febrero. Los enfrentamientos se produjeron después de que el asesinato de un líder de Los Choneros desencadenara una lucha de poder entre las bandas carcelarias del país.