La primera reunión de dos días entre representantes de la Unión Europea y Estados Unidos en el marco del Consejo de Comercio y Tecnología, formado este año, arrancó este miércoles en Pittsburgh. Las partes planean formalmente aprobar la base para la cooperación tecnológica. Sin embargo, en la práctica, la discusión se centrará en cuestiones más urgentes, como la reducción de los aranceles sobre el aluminio, el acero y los productos aeronáuticos, así como la amenaza de China, que Washington intentará delinear para Bruselas con la mayor claridad posible. Escribe Nezavisimaya Gazeta.
El evento, cuya lista de participantes fue aprobada en junio, fue casi interrumpido por el escándalo asociado a la creación de la alianza AUKUS (Australia, Reino Unido, EE.UU.) y la furia de Francia, que amenazó con cancelar la reunión. Sin embargo, como se esperaba, Francia no abandonará a sus socios occidentales.
«En cuestiones no fundamentales, París recibirá bonificaciones. Pero lo más probable es que no afecten a la política comercial», dijo al periódico Sergey Fyodorov, investigador principal del Departamento de Estudios Sociales y Políticos del Instituto de Europa de la Academia de Ciencias de Rusia.
Uno de los temas clave, además de China, podría ser la regulación de la industria aeronáutica, ya que Boeing y Airbus de Francia son gigantes rivales. Sin embargo, aquí tampoco deberían esperarse preferencias de los EE.UU.
“En general, Boeing se encuentra en una situación difícil y está sufriendo pérdidas tras la avería del Boeing 737 MAX, que tuvo problemas con su diseño y software. Por eso Washington intentará proteger a su fabricante”, dijo al periódico Yuri Rogulev, director de la Fundación Franklin D. Roosevelt. Para Estudios de Estados Unidos en la Universidad Estatal de Moscú.