Decenas de familiares de internos detenidos en la Penitenciaría Litoral al norte de Guayaquil se reunieron frente a las instalaciones, el martes, supervisados por un operativo policial tras un motín que dejó al menos 30 muertos y 48 heridos.
«No hay comunicación con él», comentó Julio Herrera, padre de un recluso. «Debido a que dicen que casi todos en el bloque de celdas 5 están muertos, casi no quedan sobrevivientes del bloque de celdas 5», agregó.
José Morán, otro familiar, comentó que no entendía por qué «el gobierno no tomó acciones serias al respecto».
«Para mí, creo que deberían poner al ejército allí, para detener todo esto, porque esto va a continuar, esto va a durar mucho tiempo, las rivalidades y la revancha», dijo. Las autoridades lograron recuperar el control de la prisión luego de casi cinco horas de disturbios, provocados según el gobierno por un «enfrentamiento entre bandas criminales».
Durante el operativo se incautaron rifles, pistolas y revólveres. En febrero, un motín simultáneo en tres cárceles ecuatorianas dejó 79 reclusos muertos.
El presidente ecuatoriano Guillermo Lasso declaró el estado de emergencia en el sistema penitenciario del país en julio después de varios incidentes violentos.