El enfrentamiento sobre Kosovo ‘va de mal en peor’, advierte Rusia, pidiendo a la OTAN que intensifique y evite el conflicto militar con Serbia


A medida que empeoran las tensas relaciones entre Serbia y la región separatista de Kosovo, Moscú ha dicho que Occidente no está dando un paso al frente para evitar que estalle un conflicto total y evitar una vuelta a los combates sangrientos.

En un comunicado oficial emitido el martes, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Zakharova, dijo que las crecientes tensiones entre las dos partes van «de mal en peor». El alto funcionario también enfatizó que la OTAN se ha encargado de mantener la paz en la región en disputa y advirtió que no enfriar la situación podría conducir a una peligrosa escalada.

«Las Fuerzas de la OTAN para Kosovo y la Misión de Estado de Derecho de la UE tienen sus mandatos para prevenir la anarquía y, por lo tanto, tienen la responsabilidad total de proteger a los civiles y garantizar la paz y la seguridad», dijo Zakharova.

A principios de esta semana, el presidente serbio, Aleksandar Vucic, amenazó con una acción militar en Kosovo si el bloque liderado por Estados Unidos, que mantiene una presencia en la zona, no tomaba cartas en el asunto antes de que empeorara la disputa por la frontera compartida de facto.

El lunes, los jefes de la OTAN anunciaron que habían aumentado las patrullas a lo largo de la línea de demarcación cuando Belgrado ordenó que un destacamento de vehículos blindados se alineara a lo largo de la frontera.

Las tensiones en la región han aumentado desde que Kosovo declaró su independencia de Belgrado en 2008, en una medida no reconocida por Moscú ni gran parte del mundo. Sin embargo, el conflicto se ha reavivado después de que los funcionarios de Kosovo prohibieran la entrada a su territorio de automóviles con matrículas serbias, lo que obligó a los conductores a pagar las matriculaciones temporales. Vucic describió la medida como una «acción criminal» y la legislación provocó feroces protestas entre los serbios étnicos, que supuestamente prendieron fuego a una oficina del gobierno y lanzaron granadas a otra.

La decisión es sólo otro medio para que el estado «represivo» de Kosovo «expulse a los serbios de la región», criticó Zakharova, al tiempo que dijo que la región separatista no ha recibido «la condena y el reproche adecuados» de Washington o Bruselas, que han defendió sus reclamos de estadidad.

El sábado, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, pidió la reducción y la retirada de las unidades policiales y las barricadas, y desde entonces las fuerzas de la OTAN han sido puestas en alerta. Sin embargo, los capitales extranjeros se han mostrado reacios a tomar partido abiertamente en la fila.

«Es hora de presionar al gobierno de Pristina para obligarlo a retirar las fuerzas de seguridad del norte de Kosovo y evitar que la situación se convierta en un conflicto abierto», concluyó Zakharova.

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