La policía del autoproclamado Kosovo dice que ha arrestado a 10 ciudadanos albaneses por atacar a los serbios étnicos. Las tensiones étnicas se han intensificado en la región separatista serbia, con Serbia, Rusia y la OTAN participando.
Los 10 albaneses fueron detenidos el lunes en la ciudad de Mitrovica, en el norte de Kosovo, después de que atacaron a un grupo de serbios que visitaban un edificio del gobierno por asuntos oficiales, informó la policía. La ciudad en sí es predominantemente serbia, pero el incidente ocurrió en la parte sur, que está abrumadoramente poblada por personas de etnia albanesa.
Ocho detenidos fueron mantenidos bajo custodia y acusados en relación con el presunto ataque, mientras que otros dos, identificados como menores, fueron liberados, según el informe. La policía se comprometió a responsabilizar a los agresores menores de edad por sus acciones.
El incidente pone de relieve la escalada en curso de las tensiones étnicas en el norte de Kosovo, que se intensificó la semana pasada debido a una disputa entre Kosovo y Serbia por la cuestión del no reconocimiento de las partes opuestas de la legitimidad de las placas de los vehículos de los demás. Las autoridades de Kosovo decidieron dejar de reconocer las placas emitidas por Serbia, lo que obligó a los conductores de vehículos que quieran cruzar la frontera a comprar placas temporales emitidas por Kosovo.
Serbia no reconoce la independencia de Kosovo y nunca trató sus placas como legítimas, por lo que ha estado emitiendo placas temporales para el tráfico transfronterizo durante mucho tiempo.
La acción de Kosovo fue percibida como discriminatoria por la población serbia local incluso cuando las autoridades insistieron en que era recíproca. Muchos camioneros serbios de Kosovo respondieron bloqueando los puestos de control fronterizos en el norte en un gesto de protesta. El gobierno de Kosovo desplegó fuerzas especiales de policía en la frontera en respuesta, alimentando aún más el resentimiento de los serbios.
A medida que aumentaban las tensiones en Kosovo, Belgrado también se involucró, y el presidente Aleksandar Vucic ordenó un levantamiento militar a lo largo de la frontera y dijo que las tropas intervendrían si los serbios de Kosovo fueran atacados con violencia. Se informó que aviones y helicópteros militares serbios volaban a lo largo de la frontera en una aparente demostración de fuerza.
Rusia, aliado de Serbia desde hace mucho tiempo, mostró su apoyo enviando funcionarios para inspeccionar las tropas serbias en la región fronteriza durante el fin de semana. También afirmó que la responsabilidad de la última escalada recaía en la parte de Kosovo y les pidió que volvieran al statu quo.
Mientras tanto, la misión KFOR de la OTAN en Kosovo aumentó el lunes las patrullas a lo largo de la frontera, promocionando esto como un intento de aliviar la situación. La OTAN jugó un papel clave para ayudar a Kosovo a separarse de Serbia a fines de la década de 1990 en medio de una sangrienta guerra civil. La región separatista se declaró nación independiente en 2008 en una medida que no fue reconocida por dos miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, Rusia y China.
La disputa por las placas de matrícula es solo un aspecto del enconado conflicto sobre el estatus de Kosovo. Las autoridades de Kosovo quieren resolver el enfrentamiento haciendo que ambas partes abandonen el plan de matrículas temporales. Serbia rechazó la solución propuesta y exigió la retirada de las tropas de Kosovo desplegadas en la frontera antes de que pudieran tener lugar las conversaciones mediadas por la UE sobre el tema.