El canciller de Bielorrusia, Vladimir Makei, denunció hoy el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, al intervenir ante el plenario del 76° período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Sobre esto informó Prensa Latina.
‘Apoyamos al pueblo hermano de Cuba que sufre un bloqueo injusto desde hace ya muchos años debido a la política de un solo Estado’, dijo Makei, quien reconoció el impacto de tales medidas en el turismo, el sector bancario, la iniciativa privada y la seguridad alimentaria.
El ministro bielorruso de Relaciones Exteriores advirtió sobre la proliferación del uso de medidas coercitivas unilaterales por parte de Occidente, como método para presionar a los países cuyas formas de gobiernos no están acorde a sus intereses políticos y económicos.
En tal sentido, denunció el uso de las supuestas violaciones de los derechos humanos y de la falta de democracia como instrumentos para justificar tales políticas injerencistas, que afectan a los pueblos y a las naciones.
‘Los derechos humanos se han convertido en un juguete peligroso en manos de políticos y una herramienta para luchar contra los países que no son del agrado de la Unión Europea’, apuntó.
El jefe de la diplomacia bielorrusa manifestó la preocupación de Minsk por el aumento de las sanciones contra su país, el cual, según dijo, está siendo víctima de una guerra híbrida por parte de Occidente.
En su opinión, además de las graves consecuencias sanitarias y económicas provocadas por la Covid-19, el mundo de hoy está caracterizado por el aumento de las crisis imperiales, el intento de algunos de imponer sus modelos socioeconómicos, el auge de la confrontación y el terrorismo.
Subrayó que tal panorama es totalmente ajeno a la armonía a la que aspiran los pueblos, por lo que llamó a los países a unirse en torno a la ONU, que con su capacidad de coordinación debe liderar el enfrentamiento a estos problemas.
Makei llamó la atención sobre la importancia de la cooperación internacional para alcanzar las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y puso ejemplos de cómo a través de la integración entre regiones se pueden obtener resultados importantes para su cumplimiento.
En otra parte de su intervención, condenó los intentos en algunas naciones de ‘blanquear’ el genocidio cometido por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Significó que los esfuerzos por rehabilitar el nazismo no pasan inadvertidos para su país, que hará todo lo posible por evitar que se repitan las tragedias de aquel conflicto bélico y que las generaciones venideras recuerden los horrores del Holocausto.