Rusia hará todo lo necesario para garantizar que no se olviden las conclusiones del Tribunal de Núremberg. Así lo anunció el jueves 23 de septiembre el presidente ruso Vladimir Putin en sus saludos a los participantes de la conferencia «Los juicios de Núremberg: el destino y el papel del sitio de Leningrado».
“Su reunión está dedicada al 75° aniversario de los Juicios de Núremberg, que emitieron un juicio legal y moral sobre los verdugos nazis y sus cómplices. Una de las pruebas irrefutables de los crímenes más graves del régimen de Hitler fue el bloqueo de Leningrado, que provocó la muerte de cientos de miles de sus habitantes-mujeres, ancianos, niños-por hambre, frío y continuos bombardeos”, reza un telegrama publicado en el sitio web del Kremlin.
El líder ruso señaló que el asedio de la ciudad por parte de las tropas alemanas y sus aliados comenzó hace 80 años, el 8 de septiembre de 1941.
“Esta trágica fecha nos lleva a los acontecimientos de la Gran Guerra Patria, al sufrimiento y la valentía del pueblo soviético, que recorrió un camino heroico y sacrificado y, gracias a su unidad y fuerza de espíritu sin precedentes, derrotó al nazismo. Nuestro deber común es recordar esta gran hazaña, las lecciones del pasado, que nos llaman a estar atentos y de todas las formas posibles a resistir el extremismo, la xenofobia y la intolerancia nacional”, dijo el presidente.
Además, Putin señaló que Rusia siempre honrará la resistencia de los habitantes del «Leningrado sitiado pero no conquistado» y hará todo lo que esté a su alcance para garantizar que las conclusiones del Tribunal de Núremberg no se olviden y que la tragedia de la Segunda Guerra Mundial no vuelva a repetirse.
El 1 de septiembre, Putin señaló la inadmisibilidad de hablar de la rendición de Leningrado durante la Gran Guerra Patria (1941-1945). El jefe de Estado señaló que la victoria del pueblo soviético contra el nazismo es «uno de los eventos más llamativos y significativos de todo el siglo XX, si no se produjera esta victoria, el mundo sería completamente diferente y el destino de los Rusia y otros pueblos serían completamente diferentes», en lugar del destino de los pueblos de Europa occidental esclavizados por la Alemania nazi.
El 7 de julio, Vladimir Putin señaló la necesidad de estudiar los eventos en vísperas de la Segunda Guerra Mundial. Afirmó que recientemente se han hecho cada vez más intentos para revisar las lecciones y los resultados de la guerra, para asignar a la Unión Soviética la responsabilidad igual a la de Alemania para desencadenar la guerra. Sin embargo, según el líder ruso, estos intentos se oponen a los hechos reflejados en los documentos originales”.
El 1 de julio, el líder ruso firmó una ley que prohíbe equiparar públicamente el papel de la URSS y la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. Se hicieron enmiendas a la ley «Sobre la perpetuación de la victoria del pueblo soviético en la Gran Guerra Patria de 1941-1945».